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Esta cascada artificial en la entrada del pueblo recuerda la importancia del agua para este territorio. J. A.
El pueblo de la sierra de Grazalema que más buscan los amantes de la naturaleza

El pueblo de la sierra de Grazalema que más buscan los amantes de la naturaleza

El Bosque. Desde esta tranquila localidad gaditana se pueden hacer trepidantes rutas, como el ascenso hasta la cima del Albarracín o el camino fluvial del río Majaceite

Viernes, 29 de septiembre 2023, 00:12

Los amantes de la naturaleza son los que más disfrutan cuando se escapan a El Bosque, uno de los pueblos blancos de Cádiz que se desparraman por la abrupta sierra de Grazalema. Ubicado entre Benamahoma (Grazalema), Benaocaz y Prado del Rey, esta pequeña población puede presumir de ser uno de los emblemas de uno de los parques naturales más importantes de Andalucía.

Situado a algo más de dos horas de la ciudad de Málaga, con un último tramo donde las sinuosas curvas se hacen protagonistas, El Bosque está considerado como uno de los destinos turísticos más buscados del país para quienes buscan una inmersión en la sierra.

Los amantes del senderismo y del montañismo se suelen anotar el reto de subir a la cima del Albarracín a través de una ruta circular que parte desde el propio casco urbano y pasa por enclaves serranos de gran belleza. Se trata de una ruta con importantes tramos en ascenso con una longitud aproximada de catorce kilómetros.

La ruta del río Majaceite permite hacer un trepidante recorrido fluvial. J. A.

Las montañas que rodean al casco urbano son, sin duda, una buena excusa para acercarse hasta allí, pero no lo es menos el río Majaceite, que atraviesa el casco urbano. De hecho, este curso fluvial es el elemento que más influye a la hora de elegirlo como destino.

Desde el propio pueblo se puede hacer un bonito recorrido junto al cauce hasta llegar a la antes mencionada aldea de Benamahoma. Algo más de cuatro kilómetros de caminos, donde se ven pequeños saltos de agua, se recorren caminos estrechos junto al río y se pasa por pequeños puentes. Todo eso hace que sea una auténtica aventura para disfrutar prácticamente en cualquier época del año, ya que el agua no suele escasear en los principales acuíferos del parque natural de la Sierra de Grazalema.

Los museos del Queso y del Molino de Abajo son dos visitas de interésque giran en torno a la gastronomía tradicional

Precisamente junto al Majaceite se encuentra otro de los grandes reclamos naturales que tiene El Bosque, el Jardín Botánico de El Castillejo. Allí se puede hacer un recorrido por la flora autóctona de esta zona de la provincia de Cádiz, desde los alcornoques y quejigos de las dehesas hasta los pinsapos de las cotas más elevadas, sin olvidar otras especies botánicas de interés de las que puede presumir el parque natural de la Sierra de Grazalema, como las distintas orquídeas que se pueden encontrar en esta zona.

Además de lo que ofrece la naturaleza, no hay que olvidar la importancia que tiene la gastronomía tradicional para esta pequeña localidad, que tiene algo más de dos millares de vecinos. Así, allí se pueden comprar quesos artesanales de gran calidad elaborados a partir de dos razas autóctonas, la cabra payoya y la oveja grazalemeña.

En el mismo casco urbano se encuentra la sede de la Quesería El Bosqueño, donde además de poder adquirir algunos de sus muchos quesos (algunos premiados en distintos certámenes nacionales), se puede hacer una visita por un auténtico museo sobre esta temática.

A éste hay que unir la interesante colección etnográfica que se puede visitar, previa reserva, en el museo del Molino de Abajo, donde además se pueden tener experiencias tan singulares como hacer pan en un horno tradicional.

En el jardín de El Castillejo se puede encontrar la flora autóctona de la zona. Junta de Andalucía

Tampoco hay que eludir un paseo por las calles del pueblo para disfrutar de su arquitectura tradicional y de algunos de sus edificios históricos más notables, como es el caso de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, un templo barroco con una impresionante torre campanario.

También será el momento idóneo para degustar la cocina tradicional, que suele estar disponible en sus bares y restaurantes. El cocido serrano, la sopa de tomate, las migas, el guiso de venado y el rabo de toro son algunas de las recetas más arraigadas a este pueblo.

El otoño es una época ideal para visitar El Bosque. Además de notarse el cambio de estación en sus riberas y en algunos otros enclaves donde hay árboles de hoja caduca, hay otro aliciente importante. Se trata de la recreación histórica del enfrentamiento que los vecinos del Bosque tuvieron con las tropas napoleónicas en 1811. Ese episodio se escenificará entre los días 17 y 19 de noviembre en el propio casco urbano.

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