En la calle Calzada se puede encontrar esta vivienda que en su día fue parte del castillo. j J. A.

En este pueblo la pared de tu casa puede ser el muro de un castillo con el que no pudo ni Napoleón

En lo que hoy se conoce como la plaza de la Villa y en su entorno el visitante puede hallar estructuras de una fortaleza que tuvo un gran valor estratégico hace siglos

Viernes, 1 de diciembre 2023, 00:10

Ni el terremoto que desmoronó parte de sus estructuras en el año 1755 ni el intento de destrucción que hicieron las tropas de Napoleón en 1812 consiguieron que desapareciera una de las fortalezas de origen árabe que hay en la comarca de la Sierra de ... las Nieves.

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El conocido como castillo de Miraflores hoy se mimetiza con el barrio de la Villa de El Burgo, es decir, la zona alta de este pueblo, que vio nacer en el siglo XIX a dos personajes históricos muy opuestos: Pasos Largos, conocido como el último bandolero de Andalucía, y el comandante Benítez, que falleció durante el Desastre de Annual, en la guerra del Rif, en Marruecos.

Hoy quienes afronten la subida a pie por este pueblo encontrarán varios vestigios de esa antigua fortaleza, que no está ni mucho menos perdida. Afortunadamente, se conservan varios tramos de murallas y torres, gracias a que en los dos últimos siglos se han usado fundamentalmente como paredes de algunas viviendas. Lo mejor para comprobarlo es dejar el coche en la parte baja del pueblo y comenzar a subir por la calle Calzada, sólo apta para subirla a pie, ya que cuenta en el centro de la vía con unos peldaños que facilitan la subida y dan más seguridad en la bajada.

El puente Viejo, al que se llega desde el paseo de las Lavanderas, es de los más estrechos de Málaga. J. A.

Así, se llega a una vivienda en la que se ve perfectamente la estructura de una torre y un muro parcialmente encalados, así como un cartel que confirma que lo que hoy es la fachada de una vivienda burgueña hace siglos fue parte de la fortaleza. La aventura de encontrar vestigios sigue por las calles Escaloncitos y Botica, paralelas a la de Calzada, pero relativamente alejadas, lo que puede dar idea de la magnitud de este castillo en tiempos pasados.

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Gracias a ello, hoy se pueden apreciar algunas partes de sus murallas, que podría tener incluso cimientos romanos. Hoy hay un plan para hacer más visibles los restos de la fortaleza que se dejan ver entre las encaladas casas de esta villa. Algunos de ellos ya se pueden ver justo detrás de la iglesia de la Encarnación. En concreto, basta acercarse a un mirador situado a la derecha del templo, para comprobar algunos elementos importantes de aquel castillo. Al mismo tiempo se confirma que la actual parroquia se levantó precisamente sobre una anterior mezquita.

Para tener una imagen más nítida de lo que fue un castillo de gran valor estratégico basta alejarse del casco urbano en dirección a Yunquera. Desde la misma carretera se puede interpretar mejor la situación de este pueblo-castillo. Otra opción que se puede hacer a pie es ir hasta el mirador de las Parteras o incluso a la terraza de la famosa Venta El Yoni, que tiene una vista privilegiada tanto del pueblo como del Turón. Desde allí se ven otros tramos que evidencian la pertenencia en su día a este castillo escondido de la Sierra de las Nieves.

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En el camino a Yunquera hay una parada obligada para tener esta perspectiva. J. A.

El momento más álgido de este castillo estuvo durante la revuelta de Omar Ben Hafsun desde Bobastro a finales del siglo IX. Fue tomado por el propio califa Abderramán III en la llamada campaña de Turrus, en la que tuvieron que usar catapultas para tomar el castillo. Entre los siglos XIV y XV pasó en varias ocasiones de manos musulmanas a cristianas por su ubicación en zona fronteriza. Finalmente, pasó a claudicar ante los Reyes Católicos en 1485, cuando cae Ronda.

Hasta el XVIII, la fortaleza se mantuvo en un buen estado, pero un terremoto a mediados de ese siglo lo destruyó parcialmente. Pese a ello, las tropas napoleónicas lo usaron de refugio en 1812, pero lo demolieron casi en su totalidad cuando lo abandonaron.

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Hoy es una de las mejores excusas para hacer un paseo urbano por este pueblo, que es atravesado por el Turón, antes de que éste se dirija al territorio de Ardales.

Precisamente, los puentes que hay sobre este río son otro aliciente para seguir alargando el recorrido a pie por el paseo de las Lavanderas para cruzar después uno de los puentes más estrechos de la provincia deMálaga. Esta estructura, conocida como Puente Viejo, no es la única con historia. En el camino hacia Ardales aguarda otro, bautizado como Romano, aunque de ese periodo sólo tendría los cimientos.

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