Necrópolis de las Aguilillas: las tumbas prehistóricas que fueron trincheras en la Guerra Civil

Ni los embalses en torno a los que sitúa ni los enclaves relativamente próximos del Caminito del Rey o Bobastro deben eclipsar una de las joyas funerarias que se conservan en al provincia de Málaga. Se trata del excepcional conjunto de siete tumbas que componen la Necrópolis de las Aguilillas, un complejo con más de cuatro milenios de antigüedad (Entre el Calcolítico y la Edad del Bronce), desde la carretera que sirve para acceder a la presa del Guadalteba.

Esta necrópolis prehistórica, que está situada en el término municipal de Campillos, forma parte de los siete enclaves que aspiran a convertirse en Patrimonio Mundial de la Humanidad, junto al Caminito del Rey o Bobastro.

El conjunto, aunque relativamente disperso, se localiza en un promontorio de areniscas del Mioceno que se levanta a unos 500 metros sobre el nivel del mar, en territorio campillero.

Las tumbas fueron construidas manualmente con picos de piedra. Junto a los restos humanos, también se hallaron vasijas de cerámica, cuchillos y puntas de flechas de sílex, adornos personales (collares) y amuletos, así como objetos metálicos como puntas y punzones, y unos ídolos femeninos en piedra.

En total, se estudiaron más de dos mil piezas arqueológicas. Muchos años después, este espacio fue ocupado en época tardorromana y medieval. Incluso fueron usadas como trincheras por los republicanos en la Guerra Civil. En algunas de ellas quedan todavía algunos vestigios de aquel uso bélico.

Precisamente, hace ya más de tres décadas que un pastor de Ardales, Francisco Marín, alertó de la existencia de un nido de ametralladoras a los arqueólogos Pedro Cantalejo y María del Mar Espejo. Pero, cuando ambos llegaron, comprobaron que mucho antes que trincheras fueron tumbas prehistóricas.

Poco después se hicieron excavaciones arqueológicas que permitieron encontrar y señalizar estos yacimientos funerarios. Hoy en su conjunto es visitable gracias a un sendero interno y circular en el que es fundamental leer los paneles descriptivos, que permiten entender este original conjunto. De esta forma, se pasa por la siete tumbas que integran hoy la necrópolis de Las Aguilillas.

Para acceder a este sendero hay que acceder antes por un carril de tierra con una longitud de dos kilómetros y medio. A éste se llega desde la carretera que une a Campillos con el embalse del Guadalteba. A tan sólo unos metros de esa presa se puede ver un cartel indicativo de la necrópolis.

Buena parte de este recorrido inicial y el del sendero circular del conjunto funerario discurren bajo la sombra de un espeso pinar. Pese a ello, en verano sólo es recomendable hace este recorrido a primera hora de la mañana.

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