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Pasado. Este pueblo conserva parte de su trazado árabe, como son los restos de la Tahona y el trazado de sus calles. J. A.
Comares, el pueblo que limita con la ciudad de Málaga, pero sirve para evadirse

Comares, el pueblo que limita con la ciudad de Málaga, pero sirve para evadirse

Sobre un imponente cerro, en esta villa se puede hacer un recorrido por la historia, dar paseos en burro o atreverse con una tirolina de más de 400 metros de longitud

Viernes, 13 de octubre 2023, 00:14

Aún hay quien se sorprende al saber que Comares limita geográficamente con el término municipal de Málaga. Quizás su elevada posición sobre un cerro de casi setecientos metros de altura sobre el nivel del mar o la hora de distancia que hay por carretera desde la capital de la Costa del Sol influyan en ello. Sin embargo, lo que más contribuye en la sensación de distancia es encontrar en el pueblo un verdadero tesoro por descubrir.

Una calzada romana, arcos y restos de castillos árabes, fuentes con propiedades terapéuticas y caminos que muestran el entorno paisajístico del pueblo son algunas de las sorpresas que aguardan al viajero.

Sobre una colina que se erige entre los Montes de Málaga y la Axarquía más occidental se divisa pronto el blanco de su casco urbano, donde las callejuelas estrechas y empinadas hacen prácticamente imposible el tránsito con vehículos a motor.

Es más, el propio trazado de arcos de origen árabe y su suelo empedrado invitan a realizar el recorrido a pie, aunque recientemente también existe la posibilidad de hacerlo sobre los lomos de burros, gracias a una pequeña empresa que ofrece paseos en estos equinos desde hace más de una década.

Comares cuenta con su propia ruta musulmana, que se adentra en el corazón del pueblo. Unas huellas de cerámica incrustadas en el suelo y mosaicos con reseñas históricas sobre la llamada Reconquista son los hitos que sirven de guía al viajero.

Caminos. Por lo que antes fue una calzada romana se puede ascender hasta el pueblo desde Fuente Gorda. J. A.

La iglesia de la Encarnación, erigida sobre una antigua mezquita, y la torre de La Tahona, perteneciente al antiguo castillo árabe, son las edificaciones más destacadas de este recorrido. Precisamente, el nombre del pueblo proviene del vocablo árabe Hins Comarix, que traducido a nuestro castellano actual significaría 'Castillo en las alturas'.

Llena de historia está también la ruta de las fuentes, que recorre el perímetro del casco urbano a través de manantiales de agua con propiedades curativas que, en algunos casos, tienen un origen andalusí. Las fuentes Gorda y Delgada son dos de las más llamativas, ya que se encuentran a escasa distancia, pero ofrecen veneros de agua bien distintas. La primera tiene una alta mineralización, mientras que la segunda es mucho más liviana.

Conocido con el lema del 'Balcón de la Axarquía', su acceso por sinuosas curvas se compensa con sus vistas panorámicas

Desde la Fuente Gorda se puede utilizar un estrecho sendero que conduce hasta el pueblo. Es el mismo camino que era el utilizado hasta hace medio siglo por las mujeres que llevaban hasta el casco urbano cántaros de agua. Y todavía hoy se adivinan sobre la piedra erosionada de ese itinerario las huellas de aquellas esforzadas portadoras. Otra opción es utilizar la antigua calzada romana, que conduce directamente hasta la fortaleza árabe.

No cabe duda de que cada paso que se da en Comares está lleno de historia. Pero, eso no debe restar importancia a otro de sus principales atractivos, sus vistas panorámicas. No en vano, a lo largo de la historia, Comares, ha jugado por ese motivo un papel fundamental. Hay quien considera que bien pudo ser el principal bastión de la revuelta muladí que encabezó Omar Ben Hafsun.

Adrenalina. En este pueblo de la Axarquía se puede hacer un vertiginoso recorrido en tirolina. Vive Aventura

En el propio casco urbano hay varios miradores desde lo que se divisan casi una decena de pueblos de la Axarquía, las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, el pantano de La Viñuela o el azul del mar Mediterráneo. En los días claros se llega incluso a atisbar el continente africano.

El mirador más conocido es el que se encuentra en la plaza principal, si bien es recomendable acercarse a otros balcones con vistas privilegiadas.

Eso sí, para tener una perspectiva de lo más original está la tirolina que parte desde el propio casco urbano y que está abierta al público desde 2016. En total, tiene 436 metros de longitud y más de 110 metros de altura. Por ello, está considerada como la tirolina en anclaje natural de mayor tamaño de España. La gestión de esta tirolina únicamente se puede hacer a través de la empresa concesionaria que lo gestiona la empresa Vive Aventura.

Y nadie debe abandonar Comares sin antes probar en algunos de sus establecimientos el vino del terreno o en esta época del año, las migas o el chivo en salsa de almendras.

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