Es un lugar de culto para muchos buzos que ansían decir que saben donde está la embaración. J. A.

Calaceite, el lugar de la costa axárquica donde está hundido el barco del arroz

Más perdido que el barco del arroz. Pero, para muchos torroxeños no está extraviado, pero sí hundido.

Martes, 6 de agosto 2024, 00:12

Cada verano llegan hasta Calaceite, en la franja oriental de este municipio de la Axarquía, muchos amantes del buceo para hacer una inmersión y certificar que lo que hay allí es un barco. Poco más, porque evidentemente del arroz no queda ni un grano.

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El ... barco del arroz ha generado mucha leyenda y no es el único sitio donde se cree que está hundido. Quizás, por eso, aún se siga diciendo lo de estar perdido. Hay muchos relatos que difieren en ubicación e incluso en fecha de la desaparición. Pero, casi todos coinciden en que llevaba arroz. Desde Calaceite en 1937 hasta Chipiona en 1994. Hay donde elegir. Pero conviene quedarse por cercanía y veteranía con la historia que se cuenta en Torrox.

Allí, en los inicios de la Guerra Civil, fue hundido 'El Delfín', un barco que fue fletado por los republicanos para llevar alimentos a la población malagueña, que estaba asediada por los nacionales.

Harina, aceite, bacalao; y un poco de arroz parece que llevaba también, pero se quedó con ese sobrenombre, después de que fuera bombardeado y hundido por un submarino italiano a tan sólo unos metros de la playa de Calaceite. Todo aconteció bajo la impertérrita mirada de una torre vigía del siglo XVI que, si hablara, contaría con detalle no sólo esa historia sino muchas otras que tuvieron lugar a sus pies, que ni se conocen ni se sospechan ni siquiera.

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Cada verano, entre esa atalaya y los restos del barco hundido, acuden tanto aficionados al submarinismo como bañistas que se conforman con imaginar la existencia de esta embarcación. De hecho, es más fácil intuir su existencia y su ubicación en Google Maps, donde una sombra sobresale sobre el azul del mar a tan sólo unos metros de la orilla, frente a uno de los pocos aparcamientos donde poder dejar el coche sin en el temor de ser multado.

Hay incluso quien relaciona el nombre de Calaceite con el hundimiento de El Delfín. Este desastre provocó que allí se viviera un pequeño 'Prestige', pero con oro líquido flotando en lugar de chapapote o «pequeños hilitos con aspecto de plastilina».

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De aquello, si se le da credibilidad a esta historia, hace casi nueve décadas más tarde no queda afortunadamente ni rastro. La poca suciedad que se puede ver en el agua o sobre la arena de la playa tiene un origen mucho menos extraordinario. Hay quien se despista y olvida recoger su basura o las colillas al irse.

Pero, más allá del posible barco del arroz, si se zanja el asunto de su pérdida, Calaceite tiene otros alicientes para quienes buscan un rato o un día de playa.

No es la franja costera más extensa de la Axarquía, pero ofrece varios espacios para quienes buscan más tranquilidad, aunque tengan que pagar el peaje de llevarse una cesta con todo lo necesario para una larga jornada. Ni chiringuitos ni tiendas a la vista. No hay que olvidar nada porque si es así las mejores opciones para avituallarse pasan por coger de nuevo el vehículo y perder una codiciada plaza de aparcamiento o bien andar más de un kilómetro junto al asfalto de la N-340.

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Calaceite es una franja torroxeña muy abrupta, con pocos arenales. Hay, eso sí, algunos que parecen ser zonas VIP. Los más avispados los tienen controlados para ocuparlos con sus sombrillas antes que sus posibles competidores. Entre rocas y bien pertrechados se disponen a disfrutar de tranquilidad en una larga jornada.

Más bulliciosos suelen estar otros tramos, a los que hoy se puede bajar por una escalera peatonal, aunque hay quien siempre intenta encontrar otro camino alternativo.

Una de las playas de Calaceite es la de Mazagarrobo, también conocida como la del Tajo de la Virgen por tener allí una imagen mariana que parece custodiar desde su posición elevada la costa. Allí, según una leyenda, se apareció una virgen. Unos dicen que fue la de las Nieves, que es hoy la patrona de Torrox, y otros la del Mar (la del Carmen). En cualquier caso, con su presencia, siempre según este relato, consiguió salvar a unos pescadores del pueblo de un temporal. Este promontorio rocoso es visible y accesible desde la propia carretera del Peñoncillo.

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Hoy allí se puede ir por devoción o por curiosidad, para ver las numerosas promesas hechas a través de piedras de la orilla o flores que se han colocado en el conocido como 'peñoncillo'.

En los últimos años a la virgen le ha salido competencia con uno de los castillos en miniatura que ha levantado allí el artista danés Anton Jensen, que ya suma tres fortalezas por la costa axárquica.

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