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Saltos de agua y pozas de agua cristalina. Ésos son los principales reclamos que tiene el enclave de Barranco Blanco, situado en el término municipal de Coín, en la comarca del Valle del Guadalhorce, donde, además de huertas y campos de cítricos todavía hoy se puede disfrutar con recorridos fluviales tan impresionantes como éste. Es el regalo que ofrece el río Alaminos antes de unirse al Fuengirola, que desemboca en el municipio homónimo de la Costa del Sol.
Gracias a sus valores naturales, hoy este enclave, situado en la confluencia de los territorios de Alhaurín El Grande, Coín y Mijas, está protegido como Lugar de Interés Comunitario (LIC), ya que es uno de los enclaves malagueños donde aflora la peridotita, un tipo de roca magmática que se puede ver también en otras zonas del occidente malagueño. A ello hay que añadir las rocas calizas, que han sido erosionadas por la fuerza del río durante milenios, lo que ha proporcionado estampas de gran belleza, como una bonita cascada, hoy muy mermada por la actual sequía y algún desprendimiento de rocas, y pozas de agua cristalina.
Además de tener una protección ecológica importante, Barranco Blanco está declarado como rincón singular de Málaga por parte de la Diputación. El tránsito de bañistas sin control provocó hace años que se restringiera el acceso en vehículo. Pese a ello, son muchas las quejas sobre la falta de limpieza en este enclave de gran valor geológico y biológico. En 2012 fue noticia por ser el origen del gran incendio que asoló miles de hectáreas. Tanto la flora como la fauna se vieron muy mermadas por el incendio de 2012.
Barranco Blanco: Conjunto de saltos de agua y pozas de agua cristalina que hay en un tramo destacado del Alaminos, un afluente del río Fuengirola.
En el entorno: Mirador del Cerro Alaminos, que también está declarado como rincón singular de Málaga por la Diputación.
Para llegar hasta el enclave de Barranco Blanco hay que caminar durante algo más de dos kilómetros a pie por carril de tierra, con cierta sombra. El acceso en vehículo está prohibido hasta allí.
Senderismo: No hay ninguna ruta homologada en este enclave. Sólo es posible un breve paseo fluvial, ya que hay pozas de agua que impiden seguir ascendiendo río arriba por la orilla.
A pesar de ello se pueden reseñar valiosas especies biológicas, que demuestran el vigor de la naturaleza ante desastres de tal magnitud. Entre los árboles que resistieron al incendio destacan especialmente algunos algarrobos y pinos. En torno al río también se pueden ver distintas especies vegetales, como la adelfa, el palmito, el brezo, el lentisco o el romero, entre otros.
En lo que respecta a la fauna, hay quien asegura que en la zona se han visto nutrias, que se abastecen de algunos peces que viven en sus aguas, como el cachuelo. Tampoco faltan ni una amplia gama de anfibios ni vistosos insectos, como varios tipos de libélulas y mariposas.
Para llegar a este enclave, hay que tomar, en primer lugar, la carretera MA-3303, con un desvío situado aproximadamente a 5 kilómetros de Alhaurín El Grande (en sentido Coín). Una vez en este camino, se encontrarán los carteles que indican que está prohibido continuar en vehículo a motor. A partir de ahí tocará bajar a pie por un camino que discurre en su mayor parte bajo la sombra de un pinar.
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Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
Encarni Hinojosa | Málaga
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