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Pasado. En la entrada de la aldea cartameña de Gibralgalia se alude a tareas agrícolas de antaño. J. A.
El arte urbano que llena de color las calles de pueblos malagueños

El arte urbano que llena de color las calles de pueblos malagueños

Desde localidades pequeñas como Cartajima o Igualeja hasta ciudades como Estepona han puesto en valor muchas de sus paredes con estos creativos dibujos

Viernes, 27 de septiembre 2024, 00:10

Hace algo más de una década era impensable que el blanco de las casas de muchos pueblos de interior estuviera ocupado por murales, pero hoy se puede hacer un recorrido por un puñado de pueblos e incluso ciudades como Estepona donde este arte urbano llena de color las calles.

La ciudad que apostó hace muchos años por llenar de murales parte del municipio fue Estepona. En concreto, el perímetro de su casco histórico, donde brilla sobre todo el tipismo andaluz del Jardín de la Costa del Sol, se ha llenado en la última década del color de decenas de murales que conforman una auténtica ruta turística. Este itinerario está compuesto por sorprendentes pinturas de gran tamaño que se mimetizan con edificios con una gran dosis de realismo. Más de sesenta obras aguardan en un recorrido que se puede hacer perfectamente a pie en cualquier época del año.

Desde jóvenes voluntarios hasta artistas de gran reputación han sido los autores de estas obras pictóricas

Pero, donde más llama la atención la existencia de estos murales es en los pequeños pueblos del Alto Genal. Allí hace casi un lustro se pusieron manos a la obra y a la brocha un grupo de jóvenes vecinas, que consiguieron llenar con sus dibujos parte del pueblo. Con sus murales aluden a costumbres gastronómicas o paisajes del municipio. El último en sumarse a esta tendencia es Igualeja, que es el pueblo más poblado de esta zona de la Serranía de Ronda, más conocida por la idílica postal otoña de su Bosque de Cobre. Esta localidad, que cuenta con el monumento natural del Nacimiento del Genal, ha estrenado este pasado verano cuatro murales de grandes dimensiones, en los que son protagonistas el vínculo con la agricultura, los niños o las mujeres.

Este póker de creaciones, que van desde los 12 hasta los 17 metros de altura, han sido pintados por José Enrique Ragel, conocido artísticamente como Bestror. Este mismo autor también ha dejado su impronta en otros pueblos de la Serranía, como Montecorto o Jubrique.

También aguarda un recorrido entre murales en el pueblo de Cortes de la Frontera. Allí en plena pandemia fue conocida su apuesta por colocar versos de distintos autores en muchas de sus calles, plazas y rincones. Pero, además de poesía, hay también una buena dosis de arte pictórico en sus fachadas que empezó en aquellos años y que ha recibido un impulso importante esta pasada primavera. En concreto, el pasado 1 de mayo se amplió el número de murales dentro de la iniciativa bautizada como 'Coloring the future', donde se han implicado muchos jóvenes del pueblo, pero también de otros lugares de la provincia de Málaga.

Variedad. En el perímetro del casco urbano de Estepona hay murales tan impactantes como éste J. A.

El arte del mural en la Serranía se plasmó seguramente por primera vez en el pueblo que se ha convertido desde hace más de dos décadas en un auténtico museo al aire libre, Genalguacil. Allí, entre otras creaciones artísticas, como esculturas, hay varios murales que conforman parte del paisaje urbano de esta villa del Valle del Genal. El mural también se ha plasmado más allá de la Serranía de Ronda. Basta hacer una incursión por otros pueblos del interior para encontrar también este tipo de arte más propio de las calles de una gran ciudad que de una pequeña localidad.

Hay otros ejemplos también espectaculares como los que ha pintado en Álora el artista malagueño conocido como Lolane, donde pintó en un mismo mural iconos turísticos de este pueblo del Valle del Guadalhorce, como El Caminito del Rey, el Desfiladero de los Gaitanes o el castillo del Cerro de las Dos Torres.

Paisajes. En este mural de Cartajima aluden a las costumbres y al entorno del pueblo. J. A.

Otros murales que no hay que perderse en el interior de la provincia son los que aguardan en Moclinejo, Gibralgalia, Estación de Cártama, Tolox, Coín, Alhaurín El Grande, Monda o Villanueva del Trabuco, entre muchos otros.

También hay que recordar que hay, además de Estepona, otras ciudades de la costa con una gran colección de murales que ver, como es el caso del núcleo de Sabinillas, en Manilva, y los barrios del Soho, El Palo y Pedregalejo, en Málaga; El Calvario, en Torremolinos, o del Boquetillo, en Fuengirola.

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