¿Cómo acabó la portada de un palacio del siglo XVII en mitad de esta plaza de Teba?

A tan sólo unos metros del propio ayuntamiento o del museo municipal, los que visitan por primera vez esta población se preguntan por la situación de la entrada de lo que fue un palacio. Hoy hay quien la conoce incluso como la portada de la Casa Condal de la emperatriz Eugenia de Montijo, aunque se ve poco probable que la que fuera la esposa de Napoleón III residiera allí. «Incluso puede ser que ni siquiera estuviera en Teba», explica Serafín Becerra, historiador, arqueólogo y profesor del instituto de enseñanza secundaria Itaba.

Hay muy poca documentación en torno al inmueble al que perteneció esta portada. Se sabe que su emplazamiento original no es el actual, ya que ahí lleva sólo desde 2007, cuando el ayuntamiento tebeño quiso salvarla de la ruina en la que se encontraba el palacio. El origen tanto del edificio, por la escasa constancia documental que hay, como de la propia portada, por el estilo de la misma, puede estar en el XVII. «A principios de ese siglo se sabe que se reunía el concejo municipal en la puerta del palacio», explica Becerra. En concreto, estuvo en la calle Grande, a tan sólo unos metros de la actual iglesia de la Santa Cruz, que se construyó en unos terrenos que cedieron los Condes de Teba.

Poco más se sabe sobre el edificio ya desaparecido, que, como apunta Serafín Becerra, «debió ser bastante agrande, porque hoy es ocupado por dos o tres bloques de viviendas». La falta de mantenimiento y de uso de los condes propició que se vendiera a otros propietarios e incluso, como recuerda el citado historiador local, «que se montara un bar en su interior». Después, llegó el período de abandono, lo que dio lugar a que el edificio estuviera en estado ruinoso y hubiera que derribarlo.

El único testigo de esa solemne casa solariega de los Condes de Teba es la citada portada, que tiene rasgos del protobarroco o barroco inicial y unas características que la hacen especialmente singular, como el uso de mármoles rojos y negros. Los primeros son los más abundantes y pueden tener su origen en el mismo territorio tebeño, como sugiere Serafín Becerra. En concreto, pueden provenir de la cantera que hubo en la zona de los Castillejos. De allí también provienen los mármoles rojos que se pueden ver en la antes citada iglesia de la Santa Cruz, que data de finales del siglo XVII, es decir, de una época similar a la portada del palacio.

El origen del edificio hay que buscarlo en el Condado de Teba, que se inició en el 22 de octubre de 1522. En primer lugar, residieron en la torre principal del majestuoso castillo de La Estrella, para años más tarde trasladarse hasta la Casa Condal, de la que sólo queda la referida portada. Eso sí, la unión a otros linajes hizo que, poco a poco, los posteriores condes o condesas de Teba fueran perdiendo relación con el municipio.

Entre las titulares del Condado de Teba, estuvo la que se conoce como la emperatriz Eugenia de Montijo, que nació en Granada y fue conocida por su matrimonio con Napoleón III. Pero, como se decía antes, es poco probable que pasara mucho tiempo en el palacio que la familia tenía en Teba. Eso sí, se sabe que su madre fue embajadora en Málaga e incluso se cita como una de las personas ilustres que visitaron el Balneario de Carratraca. Por tanto, no se puede descartar que llegara a estar temporalmente en este edificio. Eso sí, como señala Becerra, «no hay constancia documental».

Hoy la portada solitaria que luce en la plaza de la Constitución es el principal nexo histórico que recuerda que fue villa condal. No en vano, hoy el linaje histórico continúa con el vigésimo tercer conde de Teba, que es desde el año 2021 el arquitecto Jaime Patiño y Mitjans, conocido como arquitecto, ganadero y cazador.

Curiosamente, la portada de la casa condal no es la única que se conserva como un último vestigio de un edificio histórico en Teba. En el mismo casco urbano, se puede ver la portada de la fachada de la capilla mayor de un antiguo convento franciscano que data del siglo XVI. En este caso, sirve de acceso de entrada al polideportivo municipal.