Benaoján: la fuerza del agua y la serenidad de la sierra

Río más abajo, se llega a Estación de Benaoján, un núcleo de origen ferroviario, que alberga a otro de los afluentes del Guadiaro, el arroyo del Nacimiento. Junto al hotel Molino del Santo y en el entorno se puede ver la fuerza con la que cae en ciertas épocas del año. Para disfrutarlo lo más recomendable es hacerlo desde la terraza del mencionado alojamiento turístico.

En el propio núcleo de Estación de Benaoján se pueden ver algunos de los tramos más espectaculares del río Guadiaro. Tan sólo hay que dar unos pasos para comprobarlo. Los que tengan algo más de tiempo pueden incluso a aventurarse a hacer la etapa trece de la Gran Senda de Málaga hasta Jimera de Líbar. O al menos parte de ese camino. Gracias a ese itinerario conocerán un sorprendente paisaje ribereño. En éste, destacan muy especialmente, las conocidas como Angosturas del río Guadiaro, que es una bonita garganta caliza por la que discurre el río Guadiaro. Este camino va en paralelo tanto con el río como con la vía del tren.

La sierra caliza que protege a Benaoján y a parte de este valle también depara grandes atractivos. La más conocida es la Cueva de La Pileta. Esta gruta, situada en el término municipal de Benaoján, atesora en su interior extraordinarias pinturas rupestres del Paleolítico Superior. La cavidad, que actualmente es de titularidad privada, fue descubierta en el año 1905 por un labrador del pueblo, José Bullón Lobato. En las excavaciones realizadas se encontraron restos de cerámica de la época, como un colgante que representa a la diosa Venus.

Entre sus pinturas sobresalen las de animales, que, en ocasiones, aparecen superpuestos unos sobre otros en distintos colores. La cavidad, que es explotada hoy por los herederos de su descubridor, abre al público todos los días. Es necesario reservar entrada con antelación para poder entrar en ella. El precio para los adultos es de ocho euros, mientras que niños y estudiantes sólo tendrán que pagar cinco euros.

Además de estos atractivos de su entorno, no hay que eludir una visita por el principal casco urbano, donde aguarda un bonito recorrido sinuoso a pie por sus calles más céntricas. Es decir, en el entorno de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en la plaza de San Marcos.

Otro de los pilares de la oferta turística de Benaoján es la gastronomía. Ahí brilla con luz propia la elaboración de embutidos y derivados del cerdo. Hace muchas décadas la localidad era conocida por la cantidad de fábricas de chacinas. Hoy, sin embargo, en una evolución positiva del sector, lo que predomina es la calidad, con unas pocas empresas que se esmeran en hacer productos de excelencia. Tampoco hay que olvidar que en este pequeño pueblo de la Serranía de Ronda se encuentra una de las panaderías artesanales con más reputación de la provincia de Málaga. Se trata del obrador de Máximo, conocido especialmente por sus molletes, sus tortas de chicharrones y sus mantecados.