Corumbela, la villa que hace una fiesta en torno a un producto ancestral

Si este municipio matriz es famoso por su Día del Níspero cada primer domingo de mayo, en esta pedanía lo quieren ser por el pan cateto el primer domingo de junio.

Después de dos exitosas primeras ediciones, en Corumbela siguen empeñados en promocionar el pan cateto que todavía se hace en muchos hogares deforma tradicional.

Pero más que el propio producto, lo que se pretende homenajear es el oficio de muchas mujeres de esta aldea que, en tiempos mucho más difíciles, consiguieron sacar a sus familias adelante con la elaboración y venta de estos panes. Como recuerdo de aquella época, quedan todavía algunos hornos que se conservan sobre todo gracias al cariño que le tienen los vecinos de Corumbela a esa tradición.

Gracias a ello, hoy difícilmente alguien se pueda referir a pan cateto de la Axarquía sin referirse a los de Corumbela, ya sea por que lo ha probado o porque desea hacerlo por la fama que le precede.

Estos últimos tienen una buena oportunidad este domingo, ya que, como era de esperar, los visitantes del Día del Pan Cateto serán agasajados con una hogaza pequeña, pero artesanal. Lo habitual es que se distribuyan de forma gratuita cientos de ellas.

Además, la organización del evento también ofrecerá por sólo un euro un plato de un arroz popular que se cocinará allí mismo durante la mañana. Lo recaudado con ese importe simbólico irá a parar a la junta de festejos de Corumbela.

El resto de la jornada se completará con una serie de actuaciones folclóricas, la entrega de premios a las personas que se jubilan este año en Corumbela o a mujeres de la villa, como María Ángeles Abolafio o María Luz Ariza, que todavía hoy siguen haciendo pan cateto de la forma más tradicional posible.

Como otras fiestas gastronómicas de la provincia, esta cita no sólo sirve para promocionar productos o costumbres sino también para poner en el mapa lugares de interés turístico.

Es el caso de Corumbela, una pequeña aldea, situada en una zona elevada del valle del río Turvilla. Desde allí se antoja bastante lejos el casco urbano de Sayalonga, ya que hay cerca de 20 minutos de sinuosas carreteras o un carril de tierra ancho como alternativa.

En cualquier caso, a Corumbela se la podría situar mejor entre la aldea de Daimalos, en Arenas, con acceso directo por carretera, o con Árchez, que es la localidad más próxima.

Con ambas y con otras no muy lejanas, como Salares, tiene en común el hecho de conservar un alminar como torre campanario de su iglesia. Así, quien visite esta aldea se sorprenderá con la belleza de esta construcción, que es lo que queda de una anterior mezquita. Ni siquiera el alminar puede eclipsar al propio templo, dedicado a San Pedro, que se construyó originalmente en el siglo XVI, aunque ha sufrido varias remodelaciones desde entonces. La última, hace ocho años.

También merece la pena recorrer las calles que la rodean, donde se puede ver el tipismo de los pueblos de origen andalusí, aunque hay quien considera que puede tener un pasado romano e incluso íbero.

Otro aliciente para visitar Corumbela en cualquier época del año son sus vistas panorámicas, que son posibles gracias a la ubicación sobre un gran cerro. Hoy hay dos miradores, el de la Era y el de las Pitas, que son recomendables para tener una amplia perspectiva de esta zona de la Axarquía.

Desde Corumbela se puede ir a Sayalonga a pie por un camino ancho, el de las Tres Fuentes, llamado así porque pasa por un conocido manantial, que hoy, restaurado, se conserva como recuerdo de un pasado no muy lejano.

Alminar e iglesia de San Pedro. Esta pequeña aldea de Sayalonga puede presumir de tener uno de los vestigios andalusíes más importantes de la comarca, el alminar que hace las veces de torre campanario de la iglesia de San Pedro. De hecho, esta construcción que perteneció a una anterior mezquita es hoy el emblema de esta población de la Axarquía. Dónde: En la calle Iglesia.

Mirador de la Era. Gracias a su ubicación elevada en un cerro, Corumbela es un buen lugar para disfrutar de vistas del entorno, en especial del valle del río Turvilla y Sayalonga. Así se puede hacer desde el mirador habilitado en La Era, aunque también hay otro con una gran perspectiva, en Las Pitas. Dónde: En el casco urbano o el entorno.

Casco antiguo. Aunque se trata de una población pequeña, hay algunas calles, como la Narval, que merecen la pena ser recorridas por guardar la fisionomía heredada del antiguo Al-Ándalus. Dónde: En el entorno de la iglesia.

Las Tres Fuentes. En el camino del mismo nombre, se encuentra esta trilogía de manantiales, que durante siglos han abastecido las huertas cercanas. Dónde: En el camino de las Tres Fuentes.

La Bella Elvira. El único establecimiento de restauración de esta pequeña aldea se encuentra prácticamente al lado de la iglesia de San Pedro. Es un lugar ideal para disfrutar de un almuerzo, un desayuno o una merienda en este establecimiento, que, eso sí, estará más concurrido de lo habitual este domingo con la celebración del Día del Pan Cateto. Habitualmente, allí se pueden degustar desde raciones contundentes, como el plato Corumbela, que lleva la conocida como 'carne del porrón', chorizo, morcilla, huevo y patatas fritas, hasta suculentos helados, en temporada estival. Dónde: Calle La Iglesia, 5. 29753 Corumbela (Sayalonga). Teléfono: 696 185 396.

El Curro. Aunque se encuentra en el pueblo vecino de Árchez, este establecimiento es la opción más cercana a Corumbela, ya que para llegar a Sayalonga, haría falta algunos kilómetros más con sinuosas curvas. En este caso, la especialidad de la casa son las carnes a la brasa, que, en los fines de semana, llega incluso a contar con el asado a la cruz típicamente argentino. La carta está pensada especialmente para los más carnívoros, aunque también ofrece otras opciones, como pescados, sopas frías (gazpacho y ajoblanco en temporada) y postres muy elaborados. Dónde: Ctra. MA-116, s/n. 29753 Árchez. Teléfono: 678 618 119.

Finca Rocío. Pequeño alojamiento turístico situado en un paraje situado entre la aldea de Corumbela y el pueblo de Árchez. Con una capacidad máxima de cuatro personas, es una opción para una familia o para dos parejas. Además de excelentes panorámicas, tiene piscina propia. Dónde: Paraje Las Colmenillas, s/n. 29753 Corumbela (Sayalonga). Teléfono: 630 705 713.