Rosa María Díez Díaz. A. C.

Cinco consejos para viajar a países exóticos por la jefa de Sanidad Exterior en Málaga

Rosa María Díez Díaz, doctora en el centro de vacunación internacional de la capital, da las claves para evitar sustos

Miércoles, 12 de junio 2024, 00:09

Viajar es de esas experiencias que se guardan en la retina y los recuerdos. Días inolvidables en los que adentrarse en terrenos desconocidos, aprender nuevas culturas, pensamientos, gastronomías y personas. Un punto de inflexión que abre la mente y amplía horizontes. Se dice que quien se tatúa una vez no deja de hacerlo. Lo mismo ocurre con viajar. Pero, ay amigos, ay cuando nos adentramos en un país exótico por primera vez y empezamos a cometer errores, truncando el sueño hasta convertirlo en una pesadilla. En SUR queremos que nuestros lectores experimenten la inmensidad que supone viajar, y no la pesadilla que es enfermar fuera de casa.

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Rosa María Díez Díaz, jefa del Servicio de Sanidad Exterior en Málaga y doctora del Centro de Vacunación Internacional desde 2006, facilita algunos consejos para que todo vaya como la seda y tengas una bonita historia que contar a la vuelta.

Visita el Centro de Vacunación

Rosa María Díez atiende a un grupo de chicas que se disponen a viajar. SUR.

«En todos los sitios no se potabiliza por completo el agua de la red pública. En cuanto un punto queda sin potabilizar existen enfermedades de transmisión hídrica», explica Díez. En cuanto salimos de lo que denominamos estricto primer mundo. Es decir, Europa Occidental, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea del Sur, deberíamos realizar una visita al Centro de Vacunación Internacional. «Hay que hacer mucho hincapié en Marruecos, que está aquí al lado. Todo el mundo va y nadie viene a verte por ese país. Por Vietnam, por ejemplo, todo el mundo viene, pero por Marruecos a nadie se le pasa y es uno de los lugares donde más hepatitis A existe en todo el mundo. Tanto es así que a los niños de Ceuta y Melilla les hemos tenido que incluir esta vacuna en su calendario vacunal», explica Díez.

Díez aclara que las visitas al Centro de Vacunación Internacional van mucho más allá que la receta de vacunas. «La gente se piensa que somos una máquina expendedora de vacunas y no es así. Siempre está el típico que viene y te dice: la vacuna para Tailandia. Eso no existe», aclara Díez. No existen dos viajes iguales, y aquí es donde reside la mayor importancia de estos centros, en las recomendaciones personalizadas adaptadas al viaje de cada persona. Porque no es lo mismo viajar con una agencia que hacerlo por tu cuenta. Viajar en coche que ir andando. Visitar el sur de un país que visitar el norte. «Prefiero que cuando estés aquí me prestes atención a que te vacunes. Porque si me prestas atención y sigues mis medidas no te van a hacer falta las vacunas», sentencia.

¿Comida callejera o de hotel?

«¡Aquí es donde más se peca!», exclama Díez. «Los mayores problemas gastrointestinales me los encuentro en los resorts de lujo. La gente se piensa que allí las cañerías están plastificadas, pero son las mismas que en el resto del país. Los trabajadores luego llegan a sus casas y no conocemos las condiciones de higiene de estas. Y así con todo».

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Para Díez la solución es clara: la comida siempre caliente, que humee. Nada de hielos ni comida fría o cruda. Para ello, ha establecido dos máximas: «Mejor una cucaracha bien cocinada en la calle a un zumo de frutas en un resort» y «Para ser viajero hay que ser cervecero». Esta última es por una sencilla razón. La cerveza siempre está embotellada, es sana y no lleva hielo. «La Coca-Cola, genial, ¿pero y si te la sirven con hielo? Ya la has pifiado».

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Con el seguro de viaje a cualquier parte

En España tenemos una sanidad pública excelente y de calidad (cada vez más mermada, todo hay que decirlo), pero en el resto del mundo eso es otra historia. «Nos creemos que cuando salimos del primer mundo estamos en medio de la selva y no exista la sanidad. Pero nada más lejos de la realidad. Muchísimos países cuentan con hospitales excelentes. El problema reside en que todos estos son de pago, y si no pasas la tarjetita antes de entrar te quedas en la puerta. Hace poco tuve un caso de un chico en Tailandia que se rompió el brazo. Escayola, radiografía e ibuprofenos: tres mil dólares».

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Seguros de viaje básicos para unos tres meses rondan los sesenta o setenta euros y nos cubren necesidades básicas, como doce mil euros en gastos médicos o repatriación inmediata en caso de enfermedad grave, por ejemplo.

El agua, ¿solo de botella?

Siempre que se pueda agua embotellada, por supuesto. Pero no es la única opción: «Existen diversas maneras de potabilizar el agua. La más popular pasa por hervir el agua para matar a todas las bacterias, pero es un engorro. No pasa nada porque existen más formas de hacerlo. Dos gotitas de lejía por litro, la dejamos reposar hasta que se evapore la lejía y ese agua queda completamente potabilizada. También podemos utilizar Betadine, pero está malísimo y el agua sabe asquerosa», relata Díez.

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Existen pastillas potabilizadoras que pueden adquirirse en multitud de páginas.

No te olvides del repelente

Para protegerse contra insectos no hay nada más efectivo que un repelente. Ni muñequeras ni nada por el estilo. Como complemento que refuerce el repelente, genial, pero no como sustituto. «Además hay que comprar aquellos que están autorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son muchos. Tienen que llevar unos componentes concretos, que siempre que venís a vernos os damos un listado con los componente y mil nombres comerciales para que tengáis donde elegir».

Tan importante como elegir bien qué repelente comprar es saber cómo aplicarlo. «Son pequeños detalles que no parecen importantes, pero que si no te lo dicen no caes. La gente llega a un país selvático lleno de mosquitos y lo primero que hace es echarse el repelente. Luego empieza a caminar y nota el sofoco del sol y se echa la crema solar. Mal. Si te echas crema encima del repelente no sólo neutralizas el efecto del repelente, sino que el perfume de la crema atrae aún más a los mosquitos. Primero la crema solar, y una vez esta se haya absorbido el repelente».

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Además, si es una zona muy abundante en insectos es recomendable acompañarlo de ropa larga que cubra el cuerpo. También existen repelentes que se echan directamente sobre la ropa.

Díez aclara que los repelentes no tienen efectos adversos en la piel. «Leyendas urbanas como tantas. Existe un libro americano, el Yellow Book, que se imprime todos los años y está bastante actualizado. Este año ha escrito por fin que los repelentes en grandes cantidades pueden aplicarse desde los dos meses de edad».

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