Carratraca, el cuidado casco antiguo que brilla en el valle del Guadalteba

Esta localidad, que en su día dependía de Casarabonela y se llamó Puebla de Baños, fue el destino para muchos burgueses y personas adineradas de la época, que lo eligieron como un destino para descansar y cuidarse. Claro ejemplo es el de Doña Trinidad Grund, célebre personaje de la burguesía malagueña, a la que le persiguieron muchas desgracias familiares, como la muerte de su marido, Manuel Agustín Heredia y sus tres hijos. La viuda dejó en Carratraca como vestigio una casa de estilo neomudéjar, convertido ahora en sede del Ayuntamiento. Se trata de un edificio que se identifica con claridad por su ornamentación y sus colores ocre y grana que resaltan sobre el blanco de las demás casas. Era, y sigue siendo, un lugar privilegiado no sólo por el ambiente andalusí que recrea, sino porque se trata de un verdadero mirador de este entorno. También destacan otros inmuebles singulares, casi palacios, como el de la familia Heredia, una de las promotoras del desarrollo industrial de la capital malagueña durante el XIX.

Pero, además de esta casas señoriales, Carratraca tiene otros lugares emblemáticos que demuestran el apogeo alcanzado hace más de un siglo, como es la plaza de toros, que llama la atención por estar parcialmente excavada en la sierra. Hoy prácticamente se usa para los conciertos musicales del Embrujo Andalusí, en septiembre, y la representación de la Pasión de Carratraca, en Semana Santa. Las calles del propio pueblo tienen su propio atractivo. Las fachadas de las casas están encaladas y adornadas con macetas. Una de las calles más significativas es la 'de la Iglesia', donde sorprenden las entradas a algunas de las viviendas por la gran cantidad de flores.

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Siguiendo en esa dirección hasta la parroquia, dedicada a la patrona, Nuestra Señora de la Salud, que se levantó sobre una anterior ermita en el siglo XIX. No es la única construcción religiosa que hay en el pueblo. En la propia sierra, con un recorrido que coincide con la ruta de senderismo que lleva hasta el Llano de Arenalejos, hay una pequeña capilla dedicada también a Nuestra Señora de la Salud.

En ese mismo itinerario se pasa precisamente por los restos de una ermita que fue destruida por un rayo justo el día antes de su anunciada inauguración. El edificio, que está en un enclave de espectaculares vistas panorámicas, fue mandada a construir por Trinidad Grund. En el territorio de Carratraca, hubo en su día importantes explotaciones mineras de cromo y el níquel. Pero más sorprendente es saber que hace algo más de medio siglo hubo una dedicada a extraer diamantes. Hay pruebas de que, al menos, se construyó una mina para extraer estas piedras preciosas en la zona conocida como Los Jarales entre 1966 y 1970.

Esta explotación fue realizada por la Real Compañía Asturiana de Minas, a los pies de la sierra de Alcaparaín, es decir, frente al casco urbano de Carratraca. Estaba junto a una de las extracciones de cromo-níquel más importantes de la historia de España. Para los amantes del senderismo hay varias posibilidades en el entorno. Por un lado, frente al pueblo se erige la cima del Grajo o Valdivia, a la que se puede llegar a través de un camino popular, aunque no sea un sendero homologado. Además, por Carratraca pasa la etapa de la Gran Senda de Málaga que une a El Chorro con Ardales. A ello hay que unir la antes mencionada ruta circular que lleva hasta el Llano de Arenalejos desde el propio casco urbano.