Tercera entrega del '50 sombras de Grey' para adolescentes

La saga cambia de nuevo de director, lo ha hecho en cada entrega y esta vez se encarga de llevar el volante Castille Landon, también actriz, que no cuenta con nada reseñable en su filmografía: 'Fear of Rain', 'La luz de mis ojos'… Repite en este filme superficial sobre pérdida de la inocencia, no queda otra, el reparto principal: Josephine Langford, que apareció en la curiosa 'Moxie', y Hero Fiennes-Tiffin, presente en 'The Silencing', ambos entregados a la causa. En tiempos pretéritos el descubrimiento de la sexualidad daba para mucho en la ficción audiovisual, incluso en el cine comercial, pero ahora parece ser inevitable el aluvión de lugares comunes.

'After. Almas perdidas' funcionará sin problemas en la taquilla durante el fin de semana, exprimiendo al máximo las tribulaciones sentimentales de sus protagonistas. Nuevos secretos salen a la luz y las relaciones emocionales se tambalean para el regocijo de espectadores sumamente entregados. Los celos, el odio y la traición en pos de la perpetuación del amor romántico siguen presentes en una filme que apela a nuestros instintos primarios. Energía juvenil dentro del sistema para el disfrute de una avalancha de fans que pueden encontrar en lo obvio la felicidad plena. Quizás sea una virtud.

Rodada el Bulgaria en plena crisis del coronavirus, 'After. Almas perdidas' no engaña a nadie, sus intenciones son claras. Es cuestión de cada cual aceptar sus reglas. «Estas películas son románticas, pero el romanticismo no siempre es bonito», comentan desde dirección. «Traer esos momentos tan reales y no hacer que parezca una película pegajosamente perfecta era mi objetivo. Eso automáticamente la hace un poco más madura y oscura». Está de moda hablar de oscuridad cuando una película, supuestamente, se vuelve más adulta. ¿Será el caso?