Secciones
Servicios
Destacamos
«El polvo estaba permanentemente presente. Lo mordías, literalmente». Así de crudo describe Luis Tosar el complicado rodaje de 'Intemperie', la película que este fin de semana ha llegado a la cartelera. Dirigida por Benito Zambrano, el largometraje adapta la ... novela homónima de Jesús Carrasco, una epopeya que narra la huida de un niño (Jaime López) de su pueblo y del capataz (Luis Callejo) que le hace la vida imposible. En su periplo a la ciudad, a través de una meseta yerma y árida, recibirá la ayuda de un cabrero con el que acaba trabando una gran amistad. Juntos recorrerán esa España rural de posguerra en la que la escasez, la hambruna, la sequía y la violencia reinaban.
Rodada en el desierto granadino entre julio y agosto, Zambrano reconoce que describir la película no es fácil, pese a que el género del wéstern, con esos paisajes y ese ritmo pausado, impregna todo el metraje. «Cuando empezamos a localizar, ya nos dimos cuenta de que el paisaje iba a ser un personaje más y vimos que el wéstern era el género que más podía influenciarnos. Al final, si pones un desierto, caballos y personajes huyendo, pues no te sale una película de zombis», explica entre risas. En este caso, su trabajo fue dejar que todos esos elementos «fluyeran de forma natural y orgánica».
De ahí que el rodaje fuera, a menudo, un pequeño infierno. A menudo, las pulgas hacían de las suyas, dada la cantidad de ganado ovino que hay por la zona. «Parte del equipo teníamos las piernas fatal, así que todos los días había que lavar la ropa y echar spray antipulgas, pero daba igual», comenta divertido. Tosar, que da vida al cabrero, hace hincapié en los cambios de temperatura extremos y en las tormentas que, a finales de agosto, embarraron los sets de rodaje. «De repente –cuenta el actor– teníamos visiones apocalípticas, como rebaños de miles de ovejas metiéndose en una cueva».
Y sin embargo la experiencia no podría haber sido más positiva. «La película necesitaba esa dureza para transmitir dureza», sentencia Zambrano. Un aspecto este con el que coincide Tosar: «Todos esos avatares imprimen carácter a las películas. Si piensas en 'Apocalypse Now' sin todo lo que les ocurrió, sería otra película, probablemente mucho más blanda y absurda. Si 'Intemperie' no se hubiese rodado en este entorno hubiera podido quedar un pelín más inocua».
El de Lugo entró en el proyecto tras leer el tratamiento y el guión, posteriormente leyó la novela. Dice el actor, que estrenaba hace unas semanas 'Ventajas de viajar en tren', que es un sistema que le funciona «bastante bien». «Cuando uno ha leído la novela antes, siempre tiene la sensación de que faltan cosas, pero al revés funciona bien porque hay mucho material de la novela que te sirve para componer el personaje y para entender la historia, sobre todo en una novela tan atmosférica como esta».
Su personaje representa valores como la dignidad, la bondad, la entereza, la constancia y anda escaso de palabras, aunque sienta cátedra cada vez que habla y aconseja con tino. «En el guion original hablaba muchísimo menos», se ríe, «e incluso me gustaba más. Me encanta esa idea de un tipo que casi no se comunica porque ha decidido que ya ha dicho todo lo que tenía que decir hace tiempo». En este sentido, asegura Tosar que siempre le han llamado mucho la atención los personajes reflexivos. «Son un poco lo contrario a mí. Yo suelto verborrea y no soy muy consciente de lo que digo y luego me meto en los líos que me meto».
Sin duda el descubrimiento de la cinta es Jaime López. El actor, que sólo había intervenido en una película anteriormente ('Techo y comida'), tuvo que aprender a montar a caballo y a ordeñar pero se desenvuelve en la ficción de forma magistral. «Jaime –dice Tosar– es espectacularmente bueno. Es un actor superdotado, tiene una capacidad para entrar en la emoción brutal, muy rápida y es un tipo muy serio y muy profesional. Con él no he sentido esa sensación de responsabilidad que sí he tenido con otros niños de que estén concentrados y disfruten al mismo tiempo del trabajo, de que tengan su tiempo para jugar. Aquí había casi que obligarle a que lo dejara ya».
Cabe preguntarse si el espectador puede ver lejano este retrato que la cinta pinta de España. «Este país ha avanzado mucho, pero sigue habiendo espacios de miseria, lo que pasa es que ahora están en el ámbito de los inmigrantes, que trabajan en situaciones de mucha precariedad y mucha pobreza. No hemos cambiado tanto», argumenta Zambrano. Tosar va más allá: «Está claro que ya no vivimos en un tiempo así pero estructuralmente, a nivel social, la cosa es muy similar, funcionamos un poco de la misma manera. Estos días ha salido lo de los ERE en Andalucía, que es una forma de actuar absolutamente caciquil. Y esto fue hace diez años, así que no parece que haya cambiado mucho la cosa».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.