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Los aficionados a las novelas de espías están de enhorabuena. 'El espía inglés', poco sutil traducción al castellano del original 'The Courier' (El mensajero), se basa en la historia real de Greville Wynne, uno de aquellos agentes dobles que se convirtieron en piezas cruciales de ... contrainteligencia durante la Guerra Fría entre Rusia y Estados Unidos. Wynne era un un ingeniero eléctrico reclutado por el MI5 para convertirse en espía al servicio de la inteligencia británica. Su papel se volvió determinante cuando la crisis de los misiles cubanos pareció inclinar la balanza a favor del país soviético. Entonces, Wynne comenzó a trabajar para la CIA filtrando información sobre el plan que habían emprendido los rusos en una misión plagada de peligros y que tenía como último objetivo evitar una guerra nuclear a escala global.
Benedict Cumberbatch, con su porte como de otra época y su maravillosa voz, protagoniza el segundo largometraje del director británico Dominic Cooke, que debutó adaptando a Ian McEwan en 'En la playa de Chesil'. «Los espías son un alimento interesante para los actores porque constantemente llevan una máscara o están actuando, y porque los cambios de personalidad son muy rápidos», sostiene el actor, que humaniza su personaje, un hombre de negocios que sufre una dislexia que casi le impide leer metido en una misión digna de 007.
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