Voces y poses

No cantó, claro, no era el momento, pero las imágenes de sus películas y el 'medley' o popurrí a cargo de Diana Navarro dieron solemnidad a una gala fugaz, rapidísima. A diferencia de otros años, donde la cosa se alargaba sin mucho sentido, esta vez el arranque del festival fue a piñón, con dos eficaces presentadoras, Elena Sánchez y Marta Hazas, y un horario muy ajustado para su emisión televisiva por RTVE, RTVA y Canal Málaga. El vídeo homenaje a nuestra ciudad vista desde los drones, a mayor gloria del terruño, haría las delicias, supongo, de las autoridades locales, acompañadas incluso de destacada representación ministerial. Por aquello de la primavera adelantada o de la precampaña latente, apenas cabía un alfiler en los palcos. Y por eso, o por el condicionante televisivo, al final la escaleta fue al meollo. Faltó contar algo más de las películas a concurso, o abundar en los documentales, ah, pero las actuaciones musicales fueron excelentes, con un Miguel Poveda estratosférico en ese 'Adiós Málaga la bella' de efluvios morentianos.

A las nueve de la noche del viernes ya estaba despachada la presentación; a esa misma hora apareció ayer Blanca Portillo por el Teatro Cervantes, de blanco y negro, para recibir el Premio Málaga SUR. Tras su baño de masas de mediodía, Portillo anoche fue recibida con honores y cariño en la entrega de este galardón tan justo. A mí siempre me encandila por su voz: esa particularísima que abraza y da vida inolvidable a todos sus personajes.