Sin vivienda no hay paraíso

Nadie sabe qué ocurrirá en las elecciones del 29 de mayo, aunque de momento las expectativas del PSOE no parecen muy halagüeñas. Por eso, Dani Pérez y el resto de fuerzas de izquierdas necesitan que alguno de los temas en los que Paco de la Torre está más débil se convierta en el centro de la campaña.

Precisamente, la vivienda es en estos momentos uno de esos asuntos en los que el PP de Málaga no se encuentra cómodo. La ciudad encabeza todas las listas de ciudades de moda en la prensa internacional, pero también lidera los ránkings de ciudades con la vivienda más inaccesible, la zona en la que más ha aumentado el precio o el lugar en el que más porcentaje del sueldo hay que utilizar para alquilar un piso.

Los portavoces de las viviendas turísticas rápidamente salieron a decir que se sentían atacados, y que su existencia no era la razón de que los precios fueran tan altos. Estaría bien que no nos trataran como si fuéramos tontos. Ya no solo porque lo dicen los datos, sino que estoy convencido de que cualquier lector ha sufrido -o conoce a alguien que lo ha hecho- cómo la vivienda que alquilaba se ha convertido un espacio turístico. Podemos debatir sobre ello, pero sin negar la evidencia, que somos mayorcitos.