La ola

Viajar como necesidad

Pilar Martínez

Málaga

Sábado, 1 de marzo 2025, 01:00

Después de la cuesta de enero, que cada año se hace más dura, y con unas previsiones meteorológicas que no invitan más que a quedarse ... en casa con el braserito y unas buenas migas de almuerzo con larga sobremesa, el turismo vuelve a sorprender con buenas expectativas para el primer puente o fin de semana largo del año. Las previsiones para todos los alojamientos de la Costa del Sol apuntan a que las ocupaciones serán altas y mejores que las del pasado año y el anterior, ambos considerados en su momento como históricos.

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Y eso que en esta ocasión el movimiento masivo es de los propios andaluces moviéndose por los rincones de una comunidad que si por algo se caracteriza es por su diversidad. Al margen de los datos y de cifras que evidencian que esta primera escapada va a más, pese a que los precios también siguen al alza, pone de manifiesto que viajar se ha convertido en una necesidad. Una válvula de escape en la que cada cual se adapta a sus necesidades y se ajusta a su presupuesto, pero toma fuerza como un bien básico. El ritmo de vida trepidante, la falta de tiempo para compartir en familia o con amigos han convertido a estas escapadas en la horma del zapato para romper con la rutina y disfrutar de los tuyos, de todos cuantos consiguen que cargues esa energía positiva que luego tanto se precisa para llevar el ritmo del día a día. A ello acompaña que, en el caso de Málaga, es fácil encontrar una escapada por poco dinero, incluso por unos 50 ida y vuelta, a más de uno de los 128 destinos del mundo que en estas fechas están ofreciendo las 50 aerolíneas que operan en estas instalaciones.

Y que al elegir la ciudad que más se ajuste a tu economía o tus preferencias en ella tampoco será complicado encontrar un alojamiento igualmente adaptado a cada presupuesto. Una alineación de planetas que contribuye a que cada vez se viaje más y se piense en salir de escapada con frío, con lluvia, en febrero o por tres días. El caso es que viajar se ha convertido en una prioridad que, además, contribuye a hacer pedagogía de la tan cuestionada actividad turística. Al conocer nuevos países es fácil acabar concluyendo con que Málaga no está nada mal. O más bien, que está mucho mejor de lo que pensabas antes de conocer destinos que se tienen como mitos y que se desmitifican rápidamente. Viajar permite precisamente una apertura de mente muy necesaria para descubrir que la saturación de la que tanto se habla no es nada en comparación a otras ciudades. Sin duda, el mejor antídoto contra los negacionistas del turismo.

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