La rotonda

Varapalo inesperado

Sábado, 24 de junio 2023, 02:00

Aunque ahora saldrán los pitonisos del «eso ya lo sabía yo», la verdad es que casi nadie se esperaba que Málaga no ganara la Expo, ... por lo que la elección de Serbia ha sido un varapalo en toda regla. El convencimiento de que el proyecto malagueño sería el elegido en el pleno de la empresa (término que le corresponde mejor al BIE que el de organización internacional, aunque así se bautice) organizadora de la Expo estaba fundamentado en hechos muy concretos: un muy buen trabajo, un apoyo sin fisuras de todas las administraciones y el innegable éxito organizativo de los eventos internacionales celebrados en nuestro país en los últimos 50 años, aparte de que la comisión evaluadora de la empresa/organismo se deshizo en elogios (muchos más de los 'habituales') para Málaga y su idoneidad como sede en la visita valorativa que realizara a nuestra capital.

Publicidad

El alcalde, sin duda, el primero y el que más fuerte apostó por Málaga sede de la Expo 2027 es uno de los más afectados por este inesperado final. Además, aunque no lo diga públicamente, su incansable gestión diplomática en busca de votos y apoyos le daba unos guarismos diferentes (superiores) a los 70 votos finales. Quizás Francisco de la Torre no tuvo en cuenta la famosa frase de Napoleón Bonaparte, quien decía que para un hombre «la mejor manera de mantener su palabra es no darla». O sea, que más de un elector le 'hizo el gato' a Málaga, y seguramente no fueron pocos los que le prometieron sin pudor a cada una de las cinco aspirantes su voto final... Esta derrota (no hay que disfrazar las palabras) no sólo es de Málaga, y suma en la concatenación de fracasos en las aspiraciones de España a diversos eventos de estas características, incluidos los Juegos Olímpicos por los que suspira Madrid, por lo que parece evidente que nuestro país ha perdido peso e influencia en el ámbito internacional.

Sea como fuere, no sería malo recordar a Camilo José Cela quien al referirse a los premios literarios dijo que «sólo hay que presentarse a ellos cuando se tenga la certeza de que se va a ganar». Quizás esta máxima debería ser de obligado cumplimiento cuando aspiremos a algo, a lo que sea, porque perder no le gusta absolutamente a nadie.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad