Tiempos convulsos

A lo largo de la historia, siempre han existido los mesías que cortaron por dónde les pareció y pusieron en el punto de mira a naciones o determinados colectivos, pero ¿debemos como sociedad auparlos al gobierno? ¿El pueblo se equivoca o cree necesitarlos? El tema no es fácil y tampoco se soluciona como un rearme, sino con un realme.

Por eso hay que despertar, si dormimos otros decidirán por nosotros. Se busca el aquí y ahora mientras se olvida lo que se tiene. No se sabe a ciencia cierta lo que se desea y se siguen caminos marcados a golpe de algoritmos y argumentarios. Se defienden ideas ajenas, aunque falten elementos de valor. Transitamos tiempos convulsos en los que muchos venderían su alma al diablo por un puñado de éxitos estériles y fugaces. Y no seamos ingenuos, ni los púlpitos de las redes sociales se salvan. Son empresas dirigidas por quienes pretenden imponer un tipo de vida en el mundo. Despreciando y anulando; elevando a la máxima potencia sus intereses.

No voy a mentir, estoy sembrando una semilla que quizá se vea cuando estemos todos muertos y solo queden algunos escritos tatuados por algún cuerpo. Por eso alerto.

El que escribe es creyente, pero, si no obedeces a ningún credo, que puede pasar, recuerda siempre amar la verdad y la libertad. Será la que te libere de las consignas populistas, los dogmas que ocupan, de la propaganda política que a todos hunde en la miseria.