Una de las cosas más bonitas que tiene esta profesión es poder asistir a los primeros pasos de muchas de las jóvenes promesas empresariales de Málaga: ver cómo nace el talento que mañana estará inventando algo que todavía no sabemos que necesitamos, pero que sin ... duda será indispensable y a ellos les hará ganar millones. Sin ir más lejos, fui uno de los primeros en dedicar un reportaje a la ahora multinacional Freepik; y mira si han volado alto que ahora están en el top de las empresas tecnológicas mundiales.
Publicidad
En otro orden, recuerdo con cariño las primeras ideas de negocio de ingenieros y emprendedores recién salidos de las carreras. Aunque a menudo quedaron en casi nada, sin duda fueron una enseñanza importante para su posterior carrera como directivos de éxito. Con ellos descubrí pioneras empresas de montaje de postes eléctricos para recargar los coches, en un momento en el que esta tecnología todavía casi ni había llegado al mercado; hasta capotas plegables para poner a los tronos y evitar que se mojaran con la lluvia, por citar sólo dos que se me vienen a la débil memoria.
Igual no fue por esas u otras propuestas, pero a muchos de los que conocí hace años por sus ideas innovadoras, y que desde SUR siempre hemos apoyado, luego me los he vuelto a encontrar a la vuelta de la vida, a veces en otros menesteres, pues el camino les ha ido llevando por derroteros distintos. Pero siempre como líderes.
Y estos que les cuento ahora sé que también van a triunfar, porque ya lo he visto antes. Como ese abuelo que levanta a su nieto recién nacido en brazos al cielo y le escanea con la mirada, tal que si adivinara su futuro, que sólo puede hacerlo aquel que ha vivido tanto como para saber leer determinados patrones.
Publicidad
Sólo tienen 20 años y su primera propuesta, que se llama Mubeo, es una tarjeta que permite a los estudiantes universitarios ahorrarse unos euros por consumir y comprar en los negocios adheridos. Igual no será justo por este proyecto, puede que sea por otro que no tenga nada que ver, pero cuando hay pasión y ganas, como las que ponen estos tres emprendedores, al final llegan las recompensas.
Y otra enseñanza bonita que me llevo, después de conocer a tantos, es que muchos no son malagueños de cuna (de estos últimos, dos vienen de Palencia y el tercero, de Cádiz), como antes otros han llegado de Madrid, de Valencia y de Barcelona. Pero han encontrado en nuestra tierra el caldo de cultivo para que las ideas se hagan realidad. La pluralidad nos enriquece y nos hace mejores, siempre.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.