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Sombrero de paja

Domingo, 11 de agosto 2024, 02:00

Dicen que Puigdemont, finalmente, tras un breve discursito lleno de nervios en un escenario montado junto al Arco de Triunfo de Barcelona, se escabulló ataviado de un sombrero de paja. Allí, confundido entre una cincuentena de leales, más o menos uniformados al uso, desapareció entre ... las calles. No, no lo crean, no fue un plan perfecto, pues sus deseos confesos de asistir al Parlament y echar al traste con la investidura no se cumplieron, ninguno de los dos. Eso sí, se coló en España, se subió a un atril y pudo escapar. Tampoco crea nadie que todo este montaje bufo es el fruto de un pacto perfecto, aunque todos han puesto de su parte... Ya saben, que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda. Entre mossos que protegían de paisano 'al líder gironí' a su paso por la calle Trafalgar o por el paseo de San Juan, mossos pertrechados de uniforme de faena que asistieron pasivos al paso de la comitiva, como si no fuera con ellos o lo tuvieran todo bajo control... Mossos en la 'operación jaula', minutos después de saberse que Puigdemont ya no estaba en ninguna parte, o mossos cuyo portavoz por la tarde explicaba: «Els mossos no guanyen fet el ridícul...».

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