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JUAN CARLOS ROMERO. GEÓLOGO ESPECIALISTA EN INGENIERÍA GEOLÓGICA
Sábado, 5 de abril 2025, 02:00
La carretera de Ronda a San Pedro, un trazado diseñado a media ladera sobre área montañosa, constituye un corredor viario de alta peligrosidad geotécnica y ... de los de mayor complejidad en el mundo desde el punto de vista geológico, si añadimos además de la ausencia de túneles, la presencia de rocas peridotitas inestables sobre fuertes pendientes transversales. La ingenieria se topó con la orografía amenazante y evolutiva de los macizos de peridotitas, una imbricación de bloques tectónicos muy fracturados, que todavia no ha alcanzado su 'equilibrio natural', donde predominan los perfiles inestables del relieve y la erosión de bloques en forma de derrubios y avalanchas por relajación mecánica de las tensiones de la roca tras los ciclos orogénicos de compresión. La presencia en estas rocas de minerales de 'efecto lubricante' como la serpentina y el talco (slickensides) junto al número de fracturas abiertas en el macizo y el efecto pernicioso del agua, hacen una combinación explosiva que cada año se justifica en forma de numerosos desprendimientos y caídas rocosas sobre la calzada.
El tramo afectado de carretera por la avalancha de rocas ya era de riesgo en los años 70 del siglo XX, cuando los ingenieros del antiguo MOPU decidieron implementar un viaducto con una incidencia muy compleja en la ladera (paralelamente) para sortear 'el paso' en voladizo y evitar con ello desmontar y descalzar los desprendimientos y potenciales deslizamientos que se detectaron en la fase constructiva, en unas pendientes inabordables y el extraplomo de los amenazantes y colosales bloques de peridotitas. Unos precedentes históricos que deberían evaluarse en la búsqueda de las medidas correctoras para los desperfectos de la carretera, vano y pretil del tablero de la estructura.
Con tales antecedentes, el estudio de soluciones geotécnicas al trazado tendría que plantearse a largo plazo y no a corto, con el mayor factor de seguridad frente a las acciones y condicionantes externos (lluvias torrenciales y presencia de agua, fallas, inestabilidades potenciales del terreno frente a excavaciones, naturaleza de la roca peridotita, sismicidad, etc..). Es por ello que prudencia, responsabilidad política y ciudadana, y algo de paciencia, son factores deseables no siempre entendibles entre la población, para permitir a los técnicos trabajar, valorar y evaluar daños en el tablero, muros y cimentación del puente, y la magnitud del riesgo geológico. El haberme enfrentado a tales retos internacionales en situaciones extraordinariamente complejas con las mayores constructoras del mundo -las chinas- y al mismo tiempo las más complejas de supervisar, me permite dilucidar qué solución/es prácticas podrían postularse frente al problema.
La rehabilitación o nueva construcción del viaducto dañado no garantiza en ningún caso el arreglo del problema y cuanto menos la patología geológica de dicho desafortunado trazado; el riesgo geológico persistirá en esa ladera pronunciada de peridotitas inestables y seguirá constituyendo una potencial amenaza futura. Subsidiariamente, el puente o la estructura constituye además un 'anclaje artificial' en la media ladera, que aportará estabilidad y soporte a la solución constructiva, temporal y definitiva, siendo por tanto un elemento fundamental que convendría no tocar ni excavar y tal vez replantear su solución... Ante tal complejidad, el especialista en ingeniería geológica debe actuar en su actitud más pragmática frente a la magnitud del problema, aportando 'soluciones construibles' seguras, que deberían escindirse en dos fases de obra:
Fase 1: solución temporal de aseguramiento de la estabilidad de la ladera pendiente arriba de la estructura y protección viaria, que permitiría asegurar el paso provisional de vehiculos sobre el tramo y al mismo tiempo 'proteger' la solución constructiva final. Es la que envuelve un mayor riesgo y para su consecución se deberían implantar al menos dos filas de pantallas dinámicas calculadas para impactos de energía de hasta 3.000 kilojulios dado el peso de la peridotita; y una barrera o dique inferior de bloques de hormigón de puertos (precast concrete blocks) para ejecutar la solución permanente. Una vez instaladas, se construiría un terraplén provisional en rampa.
Fase 2: solución final o permanente, comprendería la construcción de un escudo de hormigón reforzado también llamado 'Rock Shed' o 'Rock Avalanche shelter protection' sobre el tablero del viaducto, restaurando a continuación la losa dañada o el vano.
Tanto los detalles de las fases constructivas como el procedimiento de obra estarían a la disposición de técnicos para consensuar la solución. En este contexto, queda abierto el debate social y la discusión técnica en pro del servicio efectivo a la comunidad, la búsqueda de soluciones alternativas construibles.
Una carretera, la de Ronda a San Pedro, con un trazado a media ladera en general de mortal peligrosidad, que deberá replantear urgentemente en un futuro inmediato pese a su coste, modificaciones de trazado, o un nuevo proyecto de diseño que involucre túneles, y evite desmontes agresivos e innecesarios frente al riesgo humano, la amenaza de la orografía peridotítica y la protección al medio ambiente.
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