El sentido de la libertad

Domingo, 19 de mayo 2024, 02:00

Dicen de la libertad que es la capacidad humana para actuar por su propia voluntad, también de la condición de quien no es esclavo. Allá por los años 60 del pasado siglo XX, la palabra libertad recuperó su vigencia, especialmente en el llamado Occidente, tras ... los desastres de la II Guerra Mundial. Los grandes conceptos son siempre complejos, libertad es el objetivo de la democracia y abarca desde el libre albedrío de cada cual, a la creación intelectual, artística y de empresa, respetando siempre los límites que precisamente son y dibujan la libertad del otro. El límite de la libertad es la propia libertad. Cuando Alemania estaba divida en dos, paradójicamente la llamada RDA -República Democrática de Alemania- no era sino una feroz dictadura comunista. El muro que dividía Berlín era todo un símbolo, no sólo un grave impedimento material ensangrentado para que los alemanes residentes en la parte comunista no pudiesen cruzar, sino 'la frontera de la libertad'. El extinto cantante Nino Bravo dedicó una de sus más icónicas canciones a un joven soldado del éste alemán muerto a tiros mientras intentaba huir hacia el mundo libre: «Tiene casi veinte años y ya está cansado de soñar, pero tras la frontera está su hogar, su mundo y su ciudad. Piensa que la alambrada sólo es un trozo de metal, algo que nunca puede detener... Sus ansias de volar. Libre, como el sol cuando amanece, como el mar...»

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Esa sagrada libertad que debemos definir cada día para hacerla siempre vigente es enemiga del exceso de condicionantes y normas, pero respetuosa con las convenciones democráticas creadas para salvaguardarla. Las llamadas 'democracias liberales' occidentales son y significan ese modelo de libertad en el que la intervención y el tamaño del estado, incluso de su fiscalidad, deben ser mínimos. Eso sí, sin ningún complejo en crear y aplicar unas políticas sociales suficientes para garantizar el reequilibrio de las situaciones deficientes e injustas, pero sin comprometer los valores de la independencia y libre voluntad de los individuos. Cada uno libre y sujeto de derechos y obligaciones.

En estos tiempos, calientes aún aquellos decretos inconstitucionales de 'estado de alarma', de creciente presión interventora del estado de la mano de un Sánchez del que ignoramos a dónde puede llegar, garantizar la libertad y exigirla es obligación debida. La falta de transparencia acerca del destino del feroz montante impositivo también nos hace dudar.

La ola gubernamental de tildar de pseudomedios a aquellos que no beben los vientos de la 'mayoría progresista' se corona con la iniciativa de Podemos de intervenir las cuentas e intereses de periodistas y accionistas de esos medios. Nadie debe olvidarlo, ni partidos ni Gobierno, queremos libertad, libertad de verdad.

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