En 2010, Jerry Springer, quien más números tiene para ser padre de la telebasura, dijo a la CNN: «Fuimos los primeros en mostrar la barbaridad que llevamos dentro». Y a los críticos de su programa diario les recordaba que Dios creó el mando a distancia. ... Ha muerto Springer, la televisión basura sigue ahí y lo peor es que se ha diversificado adoptando formas honorables. Hablan de reyes y de política. No se llevan a una pareja de novios y al amante de uno de ellos. Tampoco se le revela a un hombre en el plató que no es el padre de su hijo (y se pone en sus narices al verdadero padre).
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Su apellido era el nombre de una raza de perro, pero más que un Springer él era un perro de presa. Como lo sería la peruana Laura Bozzo (mismas broncas, pero más cutres, si eso era posible). Noël Coward decía que la tele no era para verla, era para salir. En el caso de los programas de Springer, no sé qué era peor, si verlos o salir. Como con algunos de aquí.
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