Un 25 de abril, hace 50 años, unos militares portugueses consiguieron la democracia para nuestro pueblo vecino, con fusiles que querían ser instrumento de dignidad para los ciudadanos, no un guardián de su miedo. El 25 de abril de 1974, a las 0.25, la ... Rádio Renascença transmite Grândola, Vila Morena, una canción de José Afonso. Es la señal pactada por el 'Movimento das Forças Armadas' para ocupar los puntos estratégicos de Portugal. La sublevación para derrocar a la dictadura evitó a toda costa la violencia, y no hubo más que la provocada por los disparos de agentes de la temible Policía Internacional y de Defensa del Estado (PIDE), la policía política, que finalmente se rindieron cuando tuvieron delante no ciudadanos desarmados, sino a las Fuerzas Armadas defendiendo a su gente. Pocas horas más tarde la dictadura acaba en el pozo negro de la historia, sin revanchas violentas, con un pueblo que no trata a sus verdugos con la misma moneda que ellos practicaron.
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Hasta ese momento histórico, los portugueses estaban sometidos a la cruel dictadura del 'Estado Novo' a pesar de que su fundador, António de Oliveira Salazar, había fallecido en 1970. Su sucesor, Marcelo Caetano, mantuvo como seña de identidad la represión, con la PIDE torturando y metiendo miedo. El régimen tuvo que afrontar las guerras coloniales a principios de los 70, dedicando ingentes recursos humanos y materiales en una guerra que nadie quería, principalmente los que mataban y morían en ella. Precisamente de esos oficiales surge el citado Movimiento de las Fuerzas Armadas en 1973, organización que, tras un intento fallido, protagonizó el golpe militar más singular de la historia, ya que, frente a la regla general, no le robó el destino a su pueblo, al contrario, se lo entregó, para que tras un complejo proceso constituyente, se lograra la aprobación de la vigente constitución en 1976, consolidando la democracia para siempre en Portugal.
En la España de Franco, este acontecimiento generó inquietud en la jerarquía del régimen, ya que comprobaron que una dictadura, más vieja que la española, había caído entre el entusiasmo de la población. Pero los nuevos aires en Portugal no alteraron la sistemática represión del franquismo, y es de justicia recordar que en España, por las mismas fechas, algunos militares demócratas arriesgan su libertad y su carrera profesional para conseguir la democracia a través de la Unión Militar Democrática UMD. Acabaron procesados y encarcelados por los herederos de Franco (el gobierno de Arias Navarro), pero dieron un ejemplo de valentía y dignidad que aún está pendiente de un reconocimiento histórico pleno.
Sin sangre, sin tiros, unos uniformes al servicio del pueblo. Unos fusiles con claveles. Un símbolo. Una canción marca el inicio de la Revolución de los Claveles, la democracia para nuestros vecinos. Lo nuestro fue más lento, con sangre, con hipotecas, con sacrificios. Aquí los fusiles no tenían claveles. Vale la pena recordarlo. Vale la pena escucharla. Grândola, Vila Morena: «En cada esquina un amigo, en cada rostro igualdad, Grándola, Villa Morena, tierra de la fraternidad».
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