Resaca electoral

Intruso del Norte ·
Disfrutemos lo votado, que aquí paz y después gloria

Jesus Nieto Jurado

Lunes, 27 de mayo 2019, 07:42

Al fin hemos votado. Al fin nos hemos quitado de encima otro recuento, otro barómetro, otra estimación y otro recuerdo de voto. De aquí a ... la eternidad se irá formando gobierno, y el país y la ciudad serán lo que quieran y lo que puedan. Y se irá la urna y seguirán los pájaros cantando, y Chapu Apaolaza seguirá galopando metáforas y caballos y todos seguiremos acudiendo a nuestro bregar, como cantaba el padre Unamuno por ese monte de Abantos que el día de reflexión subí en mi burra. Y hasta entré en Ávila por acordarme de Adolfo Suárez, al que olvidan interesadamente desde Ábalos a Ayuso.

Sin embargo, el ciudadano está saturado. Ayer estaba la playa de bote en bote en la despedida de Alin, con rubias bellas como sirenas de Pedregalejo o de El Limonar a las que no pregunté si votaron. Ellas y yo sabemos que el amor y el flirteo es más profundo que un trámite municipal. La democracia, como el amor y como el mar, tienen su mecánica y su rutina.

Es conveniente que siendo lunes y 27 no nos hagamos mala sangre. Que no nos creamos ni los dedos en uve ni las caras largas. La política a un lado, la felicidad al otro y el ciudadano en medio, igual que en aquella película de Sergio Leone.

Vivir es coleccionar campañas, besar mucho y pronto a los viejos de la Peña a los que se les da un día de gazpacho y de arrimar cebolleta a una coplera o a una candidata o candidato. La campaña es montar en globo y sudar la chaqueta, o las chaquetas, como me contó una vez Pepe Bono sus siete chaquetas por día de campaña. Sin embargo, con esto de votar en meses alternos se nos va quedando cara de urna tonta, como la de los indepes aquel 1 de octubre. Ésos que nos han intentado blanquear con Meritxell, mi Meritxell mediante.

En general, si salimos de la provincia vemos que está España como para echársela a los puercos. Hay un golpe de Estado silente, hay quien echa cuentas con los proetarras, está el nacionalismo vasco con el cazo y la boina a ver qué más le rasca a Sánchez/Narciso/Castejón.

Luego es verdad que pasan cosas. Que en Olías se quejan de olvido y de abandono, que en Juan Valera se cae una palmera y se queda la palmera seca y en horizontal a la espera de que las termitas hagan su trabajo.

Lo mejor que podemos esperar es que nos devuelva Hacienda y que la luz la tengamos pagada, como me dice el Tito Miguel después de regalarme un panamá y de leernos 'Secretos para el éxito', del primo Juanito Sánchez Parra que cuenta que el éxito, sí, el éxito, está en la felicidad, y eso es algo que creo que establecieron los padres fundadores de América. Aunque luego llegaran Trump o el #metoo y demás fenomenologías del espíritu.

Disfrutemos lo votado, que aquí paz y después gloria.