Horizontes Cercanos
Con el año 22 se nos marchó alguien que sin duda ya es parte de la Historia, el papa emérito Benedicto XVI, un personaje que ha dejado un gran legado intelectual y teológico. Mano derecha de Juan Pablo II, la figura y su legado han ... comenzado a ser valorados (cosas de la vida) ahora que ha fallecido... Ayer, en la catedral, el obispo de la diócesis, monseñor Catalá, presidió una misa funeral por su eterno descanso, a la que asistieron numerosos fieles que llenaron el primer templo malacitano. Existió una peculiar relación del papa emérito con Málaga, y llegó de la mano de la Semana Santa, del arte de Raúl Berzosa, y especialmente del vino malagueño. Así, hay varias anécdotas protagonizadas (constatadas por estos Horizontes) por el papa emérito que sin duda nos muestran también el lado más humano de quien rigió el destino de la Iglesia universal. Así, en 2011, cuando presidió los actos de la JMJen Madrid, durante las procesiones que se iniciaron en la Castellana, el Sumo Pontífice se quedó impresionado por la magnitud y formas de los tronos del Prendimiento y de la Buena Muerte, expresando su positiva sorpresa ante la estética que con el Cristo de Mena conformaba La Legión española que tras su estela interpretaba el 'Novio de la Muerte'. Cuentan que alguien le explicó que cada Jueves Santo, en Málaga, verdaderas multitudes se lanzaban a las calles para poder ver al Patrono y Protector de los legionarios, e incluso le explicaron el sentido del tema que se cantaba y la letra, a lo que Benedicto contestó: «No me extraña; miren la gente cómo reacciona...» Y es que los madrileños se volcaron con los tronos e imágenes que representaban las distintas estaciones, sin duda, pero con el paso del trono de la Buena Muerte fue el no va más, siendo aclamado por cientos de miles de personas a su paso por calles madrileñas en una noche y una madrugada difíciles de olvidar para quienes tuvimos la suerte de vivirla en directo.
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Pocos meses más tarde, en abril de 2012, con motivo de la Peregrinación de los Colegios diocesanos de la Fundación Santa María de la Victoria de Málaga al Vaticano, tras la interpretación de varios temas musicales por parte de alumnos y profesores, Benedicto XVI recibió de manos del obispo, Jesús Catalá, un cuadro con la imagen de la Virgen de la Victoria, Patrona de la diócesis malagueña, lo que Su Santidadagradeció vivamente: «Málaga, buena música (dijo refiriéndose a las canciones que los escolares malacitanos acababan de interpretar) y buen vino...». Y es que el papa emérito, como buen alemán, conocía de sobras la riqueza de los vinos de la tierra malagueña, y así se lo reconoció al pintor Raúl Berzosa, quien tuvo la inmensa suerte de estar en audiencia privada con él para hacerle entrega de un retrato suyo, encargo de la Santa Sede. Benedicto XVIelogió la obra del artista malagueño, de sobra conocido en el Vaticano, donde se le valora como uno de los más importantes representantes del arte religioso internacional de hoy en día, para tras una pequeña charla sobre Málaga volver a elogiar los vinos de nuestra tierra: «¡Qué buen vino el que ustedes los malagueños hacen en su tierra!»... algo que no es de extrañar, ya que en las iglesias de medio mundo el vino que se consagra en la misa es dulce o moscatel, y en eso a los caldos de Málaga no le gana ninguno... aparte el histórico prestigio de los caldos de Málaga en el centro y norte de Europa desde hace siglos...
Sigamos con nuestros vinos: se ha celebrado la entrega de los premios Puerta Nueva organizados por el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga, Sierras de Málaga y Pasas de Málaga con la colaboración de la Diputación Provincial. Entre los galardonados de este año se encuentra el Grupo Tercer Acto, premiado por su labor en la defensa y promoción de los vinos de la Denominación de Origen Málaga, y en este punto es justo destacar la labor que realiza William Sequera, 'head sommelier' del grupo.
La entrega de los premios se celebró en el auditorio Edgar Neville y en el transcurso de la misma se estrenó una pieza musical inédita rescatada por el abogado y bodeguero Javier Krauel del archivo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Se trata de una obra llamada 'The Wine of Málaga' compuesta para piano en el año 1899 por el músico americano, de origen ucraniano, Giacomo Minkowski. Es una canción popular escrita en inglés en la que el autor expresa las bondades, como reconocía Benedicto XVI, del Vino de Málaga refiriéndose al mismo como un rico néctar cuya sensación al beberlo sólo es comparable con el amor. Esto nos recuerda la importancia que los vinos de nuestra tierra tuvieron en el pasado en los mercados internacionales, especialmente en el norte de Europa. Precisamente, Krauel continúa posicionando sus vinos en Alemania (tierra natal del papa emérito fallecido) a través de sus distribuidores en Berlín y Hamburgo. No en vano, Alemania fue uno de los mercados históricos del comercio de vinos malagueños durante el siglo XVIII. Su trascendencia queda reflejada en la obra 'Crecimiento y Libertad' (Peripecias Libros, 2021) del Catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Sevilla, José Ignacio Martínez Ruiz, al afirmar que: «Las estadísticas de Hamburgo confirman la popularidad de los vinos de Málaga en los mercados del norte de Europa en el siglo XVIII pues, en cifras redondas, el 63% de los caldos importados de España entre 1733 y 1798 procedían de tierras malacitanas». Este porcentaje corresponde a los impuestos pagados por los vinos que llegaron a la ciudad. Lo expresó con rotundidad Johann K. Riesbeck al escribir a comienzos de la década de 1780 que «the Hamburghers commonly drink nothing but Málaga wine» («los hamburgueses solo beben vino de Málaga»). Y posiblemente también lo hacía, como buen alemán, Joseph Ratzinger.
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Nos vamos felicitando a todos este nuevo año. Hasta el año 2033 no se volverá a producir la coincidencia de que Navidad y Año Nuevo caigan en domingo, fecha en la que por tradición en España no se publican periódicos impresos. Esperemos que estos Horizontes y sus lectores, todos, sigamos 'vivos'. Se quedan muchas cosas en el tintero. Tiempo habrá. Que nadie se mosquee. Sean felices.
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