Recuperando viejos hábitos con brillantez

En el segundo cuarto el Unicaja elevó el nivel y poco a poco se fue haciendo con el ritmo de partido, para que en sus últimos tres minutos desbordara ya completamente al rival alcanzado con mucha brillantez y eficacia altísimos niveles de anotación, corriendo, logrando tiros abiertos en transición y metiendo al público en el partido. 35 puntos en este periodo, 58 al finalizar el primer tiempo, lo dicen todo

El partido continuó en la segunda parte con el Juventud cada menos cómodo en la cancha, muy limitado por el trabajo defensivo del Unicaja para desarrollar su juego, que evitaba una y otra vez la fluidez en la circulación de balón y que Tomic pudiera nutrir de balones a a sus compañeros. El dominio del rebote, las recuperaciones de balón que iban llegando y la rapidez de su acciones puso el Carpena en pie con el Unicaja disfrutando plenamente. Con ataques cortos, consiguiendo ventajas para asistir a los compañeros, sin ningún egoísmo en el esfuerzo y en el pase, para alcanzar con altísimo porcentajes acabar con una anotación histórica.

El Unicaja recuperó viejos hábitos cuando mas presión tenía, repartiendo la anotación y la aportación en el juego de todos sus hombres (6 por encima de los 10 puntos); imponiendo el ritmo de partido desde la defensa, el dominio del rebote, las recuperaciones y el contraataque para alcanzar altísimos porcentajes en el tiro de 2 (69 %); trabajando con alegría, valentía, intensidad y constancia, leyendo el juego con brillantez y eficacia en sus llegadas en transición y consiguiendo una gran conexión con la grada.