Rebélate y no te dejes domesticar

Es el momento de que la sociedad civil nos asociemos y comencemos a crear organizaciones que potencien el intercambio cultural y protejan las sociedades abiertas

Sábado, 30 de diciembre 2023, 01:00

Todos sabemos que la llegada de Internet a nuestros hogares eliminó los problemas históricos de accesibilidad a la información relevante. Actualmente, con el desarrollo que está experimentando la inteligencia artificial (IA) en general, y sobre todo la IA generativa, nos enfrentamos a un verdadero problema de infoxicación. Ahora nuestro problema no es solo seleccionar la información que es relevante para nosotros sino que además tenemos que buscar formas para contrastar su veracidad ya que los ríos de información con los que nuestros sistemas electrónicos nos impactan están fuertemente intoxicados por las 'fake news' y 'deeps news' que la IA generativa crea cada día a una velocidad vertiginosa. Por tanto, interpretar en estos momentos cualquier contexto desde una perspectiva estratégica a medio o largo plazo se vuelve una misión casi imposible por la evidente falta de visibilidad. Ahora lo único constante es el cambio y la incertidumbre; aleatoriedad y volatilidad son los principales actores del nuevo mundo. Por tanto, la sociedad civil está cada vez más desorientada y se enfrenta actualmente a un grave problema para tomar decisiones con cierta claridad y transparencia.

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Esta situación de incertidumbre y falta de visibilidad está generando en la sociedad civil una sensación de miedo e inseguridad que muchos partidos políticos están utilizando para radicalizar sus discursos y polarizar a la población. La fórmula es muy sencilla: si piensas que tu pueblo es potencialmente susceptible de tribalizarse y aborregarse, ante problemas complejos genera una respuesta simple y clara, busca un culpable y erígete como el salvador de la situación. Así, estamos asistiendo, por un lado, a un cambio de rumbo de la sociedad occidental abierta, multicultural, libre y moderada hacia una sociedad occidental cada vez más polarizada y adoctrinada y, por otro, a un resurgimiento en las elecciones de los partidos políticos con ideas más extremistas. Las sociedades se están cerrando nuevamente y volviendo a crear barreras para el intercambio cultural y el libre mercado. Muchos de esos partidos tienen muy claro que cuanto más cerrado y homogéneo sea un pueblo mayor será su facilidad para manipularlo.

Claro que para tener éxito con sus políticas necesitan que su proceso de industrialización social alcance y contamine a las instituciones educativas, de ahí los continuos empeños de muchos partidos políticos por intervenirlas, cerrarlas y burocratizarlas. La institución educativa se convierte en una apisonadora de talento y creatividad que iguala por abajo y penaliza cualquier pensamiento que esté desalineado con el dogma. ¿Os suena? Efectivamente, esto es precisamente lo que esta banda de políticos que se erigen como progresistas están intentando hacer en nuestro país. Si observan con atención, ninguna ley educativa ni sus decretos entran en cuestiones relevantes o estructurales del sistema educativo pero sí que van poco a poco destruyendo la meritocracia, facilitando la promoción de curso a toda costa e interviniendo las asignaturas relacionadas con temas morales o históricos. Ya, ya sé que cuando gobernaba el socialismo constitucionalista y la derecha moderada tampoco hicieron nada para abordar reformas realmente estructurales del sistema educativo pero al menos no lo veían como una herramienta de control y adoctrinamiento social.

Y lo más preocupante para mí es que a los que yo llamo 'banda progresista' están consiguiendo lentamente sus objetivos, pues la sociedad está hoy mucho más polarizada, crispada, asustada y ansiosa. De hecho, en los últimos 10 años se ha triplicado el consumo de ansiolíticos en la población general y quintuplicado en los menores de 18 años. Los jóvenes comienzan a ver su futuro con desánimo y muchos de ellos están entregando su futuro a que 'papá Estado' les resuelva los problemas. Por tanto, es clave no callar y rebelarse, es el momento de que la sociedad civil nos asociemos y comencemos a crear organizaciones que potencien el intercambio cultural y protejan las sociedades abiertas. Tenemos la obligación de fomentar la iniciativa privada y el emprendimiento en los jóvenes generando palancas que contrarresten la ola de oscurantismos que nos quieren implantar. Si no luchamos y no lo conseguimos nos convertiremos en la sociedad domesticada y colectivista que este grupo de piratas desea y anhela con tanta maldad. Sin más, feliz Navidad. Espero tengan una maravillosa entrada de año y les deseo mucha templanza y mucha fuerza para caminar en este nuevo mundo.

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