¿Por quién doblan las campanas?

Contaba Antonio Gala que en Andalucía vamos a los entierros para comprobar si el muerto se ha muerto; aquí esa irónica reflexión no tiene cabida... quien visitó la capilla ardiente o participó el viernes de un impresionante funeral en la Catedral iba a orar por esta buena persona.

La permanente preocupación por su estado de salud en la calle o en los WhatsApp o en conversaciones espontáneas hacía presagiar una emotiva despedida a un pastor con sabor a pueblo, a barrio, a rebaño. Conocía las ovejas por su nombre, se interesaba por ellas, las acogía; comprendía las situaciones de cada una, reflexionaba con sabiduría y las dejaba caer certeramente cuando llegaba el momento; lo hacía con toda la información que, por lo general, contaba; y era mucha.

La calle sabe, la calle habla, la calle enseña. La diócesis de Málaga puede estar orgullosa de haber contado entre sus filas con un generoso sacerdote oriundo de Encinas Reales por el que han doblado las campanas.