El secretario general del PSOE de Málaga ha tenido que hacer más números que cuando firmó la hipoteca de su casa. A Daniel Pérez le ... han salido las cuentas para decir ahora que no a la Torre del Puerto, y lo ha dicho tan alto y claro que no cabe lugar a dudas. Eso desde luego se le agradece. Ha sido tajante, no quiere ese edificio en ese sitio, y hay muchos malagueños que piensan como él, algo totalmente respetable. También las bases del partido opinan casi unánimemente lo mismo, aunque el número de militantes es poco significativo como para hacer una traslación que sirva como reflejo de la sociedad.
Publicidad
No está tan claro que los opositores sean tantos ni tan beligerantes como se cree, más bien parece el síndrome de las redes sociales, que son una trampa. Mal vamos si pensamos que todo el mundo es Twitter, que no representa ni a una ínfima parte de la ciudadanía malagueña. También se supone que el electorado de izquierdas es el más reacio al hotel de lujo, pero, precisamente, entre los más castigados por la falta de trabajo, a ninguno se le escapan las posibilidades de quitarse el hambre con la obra, primero, y con todo el personal que requerirá para su mantenimiento, si es que algún día llega a abrir. Luego está la cuestión de que el no estaba hasta ahora bien capitalizado por los partidos más a la izquierda, sobre todo por Unidas Podemos, así que la marca de los 'antitorre' ya está cogida.
Al otro lado de la balanza también hay muchas incertidumbres. La primera, para mí la más grave, es la pérdida de credibilidad. Rechina tener que admitir que se ha cambiado de opinión, y peor todavía: que se estaba a favor cuando el proyecto lo impulsaba otro socialista al frente del Puerto, con el beneplácito de la expresidenta de la Junta y de toda la plana mayor del partido. Y que se está en contra cuando ya no mandan los míos. Unido a lo anterior, aparece la cuestión de la inseguridad jurídica para las grandes inversiones extranjeras, que es de lo poco que nos puede salvar si las cosas en lo económico se ponen tan feas como se espera este otoño. Ningún inversor pondrá su dinero en un sitio donde haya un mínimo riesgo de que, si cambian las tornas municipales, se puede echar por tierra todo el trabajo anterior y el dinero ya puesto.
Por último, está la cuestión de la disparidad de criterios con el Gobierno central, que es eminentemente socialista. Desde hace meses, los ministerios implicados están enviando señales claras de que la Torre puede salir adelante, y se corre el riesgo del ridículo de que Madrid diga que sí a algo que sus mismos compañeros rechazan en Málaga. Desde luego, el líder del PSOE ha hecho sus números, y habrá que ver cómo se les queda la hipoteca de la Torre...
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El PRC elegirá en primarias al sucesor de Miguel Ángel Revilla el 4 de mayo
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.