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BALTASAR CABEZUDO. BIÓLOGO
Sábado, 15 de marzo 2025, 01:00
«Andaluces de Jaén, aceituneros altivos». Seguramente el Sr. Broncano conocía el poema de Miguel Hernández cuando, en la gala de fin de año de ... 2024, tuvo un emocionado recuerdo para los recolectores de aceitunas (olivas). En el poema también se habla del papel que el agua, el viento y la tierra tienen en la «hermosura de los troncos retorcidos del olivo». El agua y la tierra alimentan al olivo, el viento es el vector necesario para su polinización, fecundación y producción de aceitunas. Siempre me he preguntado quién es más importante, el árbol o quien recolecta sus frutos. Para mí, como biólogo, el importante, como productor de bienes, es el árbol, pero como consumidor de alimentos los importantes son los recolectores que lo hacen posible. Pero no siempre es nuestra especie quien recolecta los productos que consumimos, en algunos casos nos aprovechamos de las recolecciones que hacen otras especies.
Hace ya algunos años me preguntaron qué diferencia hay entre la miel de flores y la miel de caña. La miel negra o melaza de caña es un producto que se obtiene del cultivo de la caña de azúcar (Saccharum officinarum), recolectada por los denominados cañeros durante la zafra. Las flores de la caña no tienen néctar, por lo que no intervienen en la producción de melaza, motivo por lo que en esta pseudo miel no aparecen granos de polen. La miel de flores es un producto que proviene del néctar de las flores de las plantas nectaríferas, y como consecuencia presenta en su composición una importante contaminación de granos de polen. Las plantas, en sus flores, producen polen y/o néctar. Las hay que solo producen polen (poliníferas) y necesitan, para su polinización, vectores abióticos poco específicos como el viento (polinización anemófila), es el caso de Myrtus communis (mirto o arrayán), o el agua (polinización hidrófila), como Posidonia oceanica (posidonia).
Las hay que producen polen y néctar (poliníferas/nectaríferas), como Rosmarinus officinalis (romero), necesitando para su polinización vectores bióticos muy especializados, en general animales (polinización zoófila) que acuden a las flores atraídos por sus colores brillantes, olores, néctar o diseños especiales. Uno de los grupos más importantes de polinizadores son los insectos (polinización entomófila), entre ellos Apis mellifera (abejas de la miel) que recolectan néctar y/o polen. El 50% de las plantas silvestres y el 75% de las cultivadas presentan este tipo de polinización por insectos.
Cuidemos a los recolectores de aceitunas, pero cuidemos también a los olivos. Cuidemos a los insectos recolectores de polen, néctar y su trasformación en miel, pero cuidemos también a todas las plantas productoras de bienes y servicios. Todos son importantes, unos socialmente en relación a la producción de aceite y aceitunas de mesa y otras por su importancia en los vitales procesos de polinización y producción de frutos, semillas, miel y polen. La recolección de aceitunas está cada vez más mecanizada, y requiere cada vez menos recolección manual. La recolección de néctar y polen, así como los procesos de polinización, tiene muy complicada la mecanización. Protejamos a los animales (abejas, abejorros, mariposas, colibríes y murciélagos, entre otros) que actúan como vectores de estos procesos de recolección y de polinización. La disminución o desaparición actual de muchas poblaciones de insectos está afectando peligrosamente a la producción de muchos productos importantes para nuestra especie.
Los últimos estudios realizados sobre el estado actual de la diversidad y abundancia de insectos son muy preocupantes. Muchas especies han desaparecido, y las poblaciones de las que aún resisten han sufrido una reducción importante. Los factores que inciden en esta disminución son muy variados, pero fundamentalmente son la agricultura intensiva, las plantaciones monoespecíficas de árboles, la proliferación de pesticidas y el cambio climático. El problema es que esta pérdida de biodiversidad influye negativamente en procesos biológicos vitales como la polinización, el control de plagas y la perdida de nutrientes para otros grupos zoológicos como aves y pequeños mamíferos.
Queridos María Isabel Hidalgo Berutich y Salvador Talavera Lozano, os agradeceré siempre, estéis donde estéis, los años que pasamos juntos estudiando la importancia de los insectos en la biología reproductiva de muchas plantas andaluzas y en la recolección de néctar y polen y producción miel. Estos conocimientos nos permitieron detectar mieles fraudulentas y evaluar la potencialidad apícola de un territorio con el fin de favorecer el rendimiento de las colmenas. Protejamos toda la biodiversidad, plantas, hongos y animales, no es un tema baladí.
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