En el principio fue el 0

Qué más se puede añadir a lo dicho por Antonio Soler del 'Cassagate'. Qué más se le puede pedir a un Gobierno que nos roba la primavera y que nos deja el Turismo en pañales, a dos velas y con el Cristo en medio. Lo peor es que corren malos tiempos que son buenos para la mala hierba, para los aprovechateguis, para los infames psicomagos de los directos en Instagram y para ese del cuarto que pincha discos por las tardes y quiere convertir su monomanía en solidaridad.

A la hora de la verdad, el Íbex ha hecho más por los currelas que esta izquierda que, cuando la crisis del capitalismo, apenas es capaz de colocar un tuit medianamente correcto. A la hora de la verdad, el único referente que nos queda es ese mulato que nos da una masterclass de abdominales y que suda bronce. A la hora de la verdad, nos han matado quitándonos los bares o convirtiéndolos en un Ikea.

Todo ha sido susceptible de empeorar y así pasamos estos días de aislamiento, de estado de excepción, de no pasar a la fase 1 por los barómetros y los 'simones', que ni son tan malos ni son tan fiables. El desconchón de mi sótano tiene la forma del escudo nuevo de Andalucía, que no me parece ni bien ni mal, pero que iría bien con la camiseta del centenario del Betis que a veces se pone Carlos Herrera.

A estas alturas del secuestro civil, con la heladería a medio gas y el 'teleespeto', yo, sinceramente, empiezo a dudar de todo y hasta del verano. La mala gente sigue caminando, acechando por las redes, chivateando de balcón en balcón en una nueva estampa goyesca de la peor España. Le pido a la nueva normalidad una novia, un gato y una playa, que ya he olvidado de qué color es el mar y a qué huelen los roqueos de Pedregalejo.

Dijeron que al virus lo parábamos todos unidos y Torra quiere que vayamos a la Costa Brava a sentirnos extranjeros íntimos que se gastan la pensión y dejan hasta propina en esa Dinamarca del Sur que dijeron -de Pujol hasta Montilla- que era Cataluña.

De lo de Cassá a no pasar de fase en un mapa de azules y azulones, el alma va echando carita de equipo que desciende en el Heliodoro Rodríguez López en tardecita de descenso y promoción. En los supermercados hay ya déficit de J&B y de Coca Cola Zero, pues así de contradictorios somos y que sepa Illa que el hígado es patrimonio del alma y el alma no es del Estado...

Amanece lunes en una fase 0 que tiende a infinito. De repente se han multiplicado las mallas, los atletas cincuentones que llaman al infarto entre el tranvía que ya no está y la torre que será...