Una de las misiones del periodismo es ser útil a la sociedad. Y para ello, a veces, es preciso comprometerse con los hechos y con la verdad, aunque esto entrañe algún peligro. Nada importante ni trascendental, ni nada que nos asuste, porque el ejercicio de ... este oficio es consustancial con el riesgo, sobre todo cuando se publican informaciones que hay quienes no quieren que se sepan.

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Y la salida de Braulio Medel como presidente de la Fundación Unicaja supone un ejemplo de ese periodismo útil porque ha destapado desde hace muchos meses unas prácticas que, guiadas por intereses personales, han llevado a la Fundación Unicaja y al propio Unicaja Banco a la peor crisis reputacional y de gobernanza de su historia y cuyos efectos negativos están aún por ver, porque pueden ser irreparables.

Cuando SUR comenzó a publicar las noticias sobre los planes y la forma de gestionar de Braulio Medel no sólo estuvo solo sino que tuvo que soportar críticas, advertencias, presiones e, incluso, amenazas. Pero ninguna de ellas ralentizó siquiera el afán por informar al precio que fuese.

Durante meses fueron muchos los que miraron para otro lado. De hecho, algunos representantes de la sociedad civil y políticos con altas responsabilidades han estado de perfil hasta el final –ellos sabrán los motivos– en una demostración de la fuerza y el poder que tenía la red tejida por Medel durante más de treinta años.

La verdad es muy empecinada, como SUR, y se abrió paso entre el tupido bosque de intereses, miedos y favores hasta desenmarañar un asunto que hizo intervenir de forma contundente a la ministra de Economía, al Protectorado del Ministerio, al Banco Central Europeo, al Banco de España, al presidente de la Junta de Andalucía y al propio Parlamento, al Ayuntamiento de Málaga y a la Diputación, así como a la plataforma ciudadana, partidos políticos y sindicatos, con especial protagonismo de Pedro Moreno Brenes y las concejalas de Ciudadanos Noelia Losada y de UP Remedios Ramos. Fue una movilización inédita frente a la resistencia de Medel a abandonar sus cargos y sus privilegios.

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La salida de Medel es sólo un paso, porque aún queda mucho camino para reparar tanto daño y para pasar página a una triste historia. En SUR, como siempre, seguiremos informando.

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