Por ahora

Pascua de Reyes

«Y dos huevos duros...», como si no tuviéramos bastante. España es el camarote de los hermanos Marx, ya no cabemos de tantos inventos, polémicas, reproches, matices y envidias imprescindibles disfrazadas de lo que sea. Pero seguimos acopiando. Si no tuviéramos suficiente con el muñequito ... apaleado simulando ser Sánchez -una muestra indiscutible de mal gusto- y el victimismo llorón de sus agradadores, ahora resulta ser terrible, racista y no se sabe qué más pintar de negro la cara de alguien para representar al rey negro. Es, una vez más, el exceso elaborado interpretativo, la cosa es echar personas y actos a los leones por parte de los más 'buenos' de la clase. Que, por cierto, tanto reproche a los demás resulta ser una especie de autoalabanza puritana realmente cargante. Dejar algo de espacio de libertad a los demás parece que no se estila, bueno sería recuperar espacios de tolerancia para aquellos que no calcan nuestros pensamientos y no fingir que hay sangre donde sólo se trata de agua, ni lo contrario.

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Ya ven, hace frío y nieva, como siempre, con sus altibajos. Llover... Acabará por llover, entre tanto no estaría mal que usemos las tecnologías disponibles y hacer un hueco a las aún primitivas técnicas de desalación, materia en la que se va progresando y queda mucho por descubrir. Porque, aunque a algunos les cueste verlo, a la humanidad le falta todo por hacer y más aún por saber. No, no hemos llegado aún más allá de algunos conocimientos y todavía no dominamos ni siquiera la Tierra. Podemos preguntar en Japón cómo hacer ante la inminente llegada de un tsunami, esperado tras un terremoto de importante magnitud, pero del que se desconocía la gravedad, la altura y el volumen de su desplazamiento de agua. Parecen cuestiones elementales, pero a veces se adivina una actitud tan ufana y poseída como seguro que supuso la llegada de la luz eléctrica en 1879, el teléfono en 1854 (Antonio Meucci), el primer automóvil en 1886, el submarino de Isaac Peral en 1885, el autogiro de Juan de la Cierva en 1923 o la mismísima rueda aproximadamente en el año 4500 antes de Cristo. Cada tiempo tiene su afán y nos queda todo por delante, no sólo en cuanto a descubrimientos, tecnologías, la física, la teletransportación, alcanzar la velocidad de la luz -dicen que ello no llegará nunca-, la lucha contra las enfermedades y las infecciones -acaso la inmortalidad, que no-... Incluso, en cuanto al pensamiento, la filosofía, el origen del Universo y la vida o el misterio de la existencia de Dios. Sería bueno descartar la soberbia científica de la humanidad, la de aquellos que ya creen saberlo todo, que han llegado a la cúspide del saber, que no, que esto es sólo el camino y no hemos llegado ni al ecuador. Mejor buscar la felicidad trabajando por una mayor prosperidad para todos y con los ojos y oídos bien abiertos para tanto que queda por ver y aprender y dejar de pontificar sobre todo lo que ignoramos.

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