Navidad, ilusión y Auditorio

A la gente le gusta la luz, desde los principios de la historia de la humanidad, y esa luz multicolor da una imagen de Málaga en estas fechas que se ha convertido en un verdadero punto de atracción para la gente, que viene desde los puntos más diversos que puedan imaginar.Navidad es magia, alegría, ilusión, y eso en Málaga se encuentra a porrillo en estos días, para alegría de casi todos y tristeza de quienes consideran que una oposición se puede labrar desde el negacionismo, sin darse cuenta que la gente no está por esa labor.

Esa ilusión está en la Navidad de Málaga gracias a todo lo que hay montado, que además impregna a empresas privadas, a asociaciones de vecinos (hay más belenes montados que nunca) y siembra felicidad. Una ilusión que no nos va a quitar el ministro Urtasun, que pasará a la historia, al tiempo, por negarse a los toros y poco más. Málaga va a tener un Auditorio, con o sin Urtasun. Desde la salida de Magdalena Álvarez del Gobierno central, Málaga está más que olvidada en el tema de las grandes infraestructuras por un Ejecutivo que no disimula mucho, ni más ni menos, que no se siente cómodo con los 'colores' de Ayuntamiento, Diputación y Junta. Mala cosa. Pasa como con la iluminación navideña en las calles: el 'no' por norma no es rentable, y parece que Urtasun no se ha dado cuenta. Ni da votos. Está comprobado.