Los asalariados, muchos pensionistas, ahorradores y las pymes soportan la mayor carga impositiva, mientras nos encontramos ante la inmoral situación de grandes multinacionales escaqueándose de la mayor parte del Impuesto de Sociedades que les debía de corresponder. El sistema que utilizan consiste en concentrar los ... gastos en los estados donde tienen más posibilidades de deducciones, mientras que los beneficios se trasladan para las filiales con domicilio fiscal donde tienen un tratamiento fiscal muy favorable o casi nulo (Bermudas, Caimán, y en Europa, Holanda, Irlanda o Luxemburgo).

Publicidad

Así, las filiales que generan la mayor parte de los beneficios, mediante operaciones vinculadas, pagan un pastón a las filiales en los estados 'indulgentes' con los tributos (servicios financieros o fabulosas cuantías en propiedad intelectual); de esta forma, estos gastos artificiales y deducibles reducen beneficios y pagan menos impuestos ahí donde generan la mayor parte de sus ingresos.

Un instrumento contra esta tropelía, junto a otras iniciativas en la UE, sería un acuerdo a nivel internacional para la implantación de un tipo mínimo del Impuesto de Sociedades, o a nivel nacional, la efectiva aplicación de los precios de transferencia, con el objetivo de que los grupos empresariales internacionales con actividad en diferentes países sometan los beneficios obtenidos en nuestro país a la tributación que les corresponden. Para eso, el art. 16 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades establece que «la Administración tributaria podrá comprobar que las operaciones realizadas entre personas o entidades vinculadas se han valorado por su valor normal de mercado y efectuará, en su caso, las correcciones valorativas que procedan...».

En tiempos donde se necesita más ingresos públicos es hora de valentía política para que los tributos sean más justos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad