Dicen que Málaga es puntera en tecnología. Sin duda fue un acierto abanderar en 1990 la iniciativa del primer parque tecnológico de Andalucía. Ahí está ... su segunda ampliación. Pero ¿es necesario seguir llevándose la actividad fuera de la ciudad cuando vuelve a haber suelo libre en su interior? Absorbidos por la expansión urbana han quedado varios polígonos industriales ¿No podrían renovarse esos polígonos como barrios tecnológicos? Si Google apuesta por el Paseo de la Farola ¿por qué no va a haber empresas que lo hagan por tener oficinas en un nuevo San Rafael?
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La que quiere ser la capital del sur de Europa no puede dedicar el centro, su tejido más renovado, a monocultivo turístico. Sin menospreciar a los profesionales de la restauración no es de recibo que ese sea prácticamente el único campo para el empleo en esta ciudad. Si Málaga quiere prever un futuro con jóvenes que no estén de paso tiene que planificar espacio para el trabajo, si no seremos como Benidorm, una buena ciudad para el retiro.
El plan especial del Puerto va a liberar suelo del puerto para la ciudad allá por su extremo Oeste. En su tránsito lento parece decidido que el nuevo suelo urbano librado aloje espacios de trabajo. El centro de Málaga ha rehabilitado su edificación en los últimos 20 años. Puede que la vivienda de mejor calidad de Málaga se encuentre hoy en su centro histórico. Si el Oeste del puerto se hace barrio de oficinas será sin duda un lugar idóneo. También podría ser el centro histórico un barrio residencial más, si no el mejor, que dé habitación a los que vengan aquí a trabajar.
En el extremo oeste de la linde que separa puerto y ciudad, en medio de un continuo ir y venir de coches, hace años que una estatua guarda asiento. Puede que el plan del puerto traiga la avenida que seguramente prometieron al hombre ilustre. Una avenida como las de Paris, Londres o Berlín, con buenos, regulares y malos edificios, pero con fachadas a ambos lados. De un lado oficinas para el trabajo, de otro, edificios con restaurantes y teatros pero también con casas para vivir. Una avenida que una Vivienda y Trabajo a la altura de los sueños de un hombre emprendedor y comprometido con el futuro de Málaga.
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En su expresión, Don Manuel, parece circunspecto. Me parece verlo imaginando alineaciones en su mirada larga. Atando oficinas con casas para alcanzar la tan sonada fusión entre puerto y ciudad. Atirantando fachadas para hacer nueva una vieja avenida, la suya, la de Manuel Agustín Heredia.
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