El ministro invisible

Pedro Luis Gómez

Sábado, 22 de marzo 2025, 01:00

Esta Rotonda fue testigo de cómo el ministro Urtasun evitó al máximo el contacto con el alcalde de Málaga en todo momento, pese a estar ... en el mismo palco, durante la gala inaugural del Festival de Cine. «Hasta las diez (22 horas) no hablaré con él», parece que dijo, pero no lo oímos, conste...). Sabía para qué lo quería el alcalde (y no debe ignorar para qué lo quieren los malagueños): tiene el Estado una deuda con 'la ciudad de moda' (mal que le pese es así) como es un auditorio en condiciones, una ambiciosa obra que sin la aportación del Gobierno central será inviable, como ha sido hasta ahora. Me podrán decir que es un debe que viene de atrás, y es así, pero no es de recibo que un señor que es ministro de un Gobierno de un país (en el caso de Urtasun desgraciadamente del nuestro) no conteste ni a las llamadas ni a las cartas que le ha remitido el alcalde, que no es sólo Francisco de la Torre; que no es sólo del PP; que no es sólo que a usted no le guste, mire, es el máximo regidor de Málaga, y ahí ya hay que pararse, un respeto, que decía el torero. De Málaga o del último pueblo de Soria, que da igual... A Urtasun (que parece estar muy ocupado en asuntos internos de su partido) le da igual el alcalde, o Málaga o el auditorio. O lo parece. No responde, pero viene al Festival de Cine (perfecto y lógico), pero antes del 'estreno', en vez de ir al Museo Picasso (el más importante en visitas de toda Andalucía, por ejemplo), o al peleado Museo de la Aduana, o al Thyssen, o al Pompidou o al recinto Eduardo Ocón, que está dejado de la mano de dios, sólo hace una visita, y es a la Casa Invisible, modelo ejemplar según él, okupado e ilegal, y en un actual claro enfrentamiento con el Ayuntamiento. Y esa Casa Invisible lo fue más aún ese día, porque (¡qué cosas, eh!) vetaron a los periodistas en la visita. Mucha 'luz y taquígrafos' de pacotilla o si prefieren, «mucho te quiero perrito, pero pan poquito...».. Todos conocemos lo que piensan Podemos y Sumar (ya me lío) del tema okupa, pero un ministro es más que un militante de un partido, o así debería ser. ¿Se imaginan la situación pero al revés?... No suele venir mucho Urtasun a Málaga, pero aunque lo haga, tampoco nos hace mucho caso; en fin, que se quede tranquilo, que toda la vida de dios hemos vivido sin su presencia ni su ayuda, y no nos ha ido muy mal que digamos... En fin, que si nos permite un humilde consejo, no pase usted a la historia como lo que ha sido hasta ahora para Málaga: el ministro invisible.