Meter fuego no es la solución
A CADA UNO LO SUYO ·
Secciones
Servicios
Destacamos
A CADA UNO LO SUYO ·
«Hemos tenido que meterle fuego para que en Madrid se fijen en nosotros»; esto dijo hace unos días el alcalde de Cádiz. No dudo de su buena intención en el apoyo a los trabajadores, pero me parece de una enorme irresponsabilidad cualquier llamamiento a ... la violencia, y mucho más grave si la realiza un cargo público. La culpa de que la representación empresarial del Metal no hubiera firmado en ese momento un convenio colectivo justo no es de los ciudadanos de Cádiz que han soportado un ambiente de violencia en sus calles y en su mobiliario urbano, ni tampoco de los policías que quieren cumplir con su obligación de defender la seguridad ciudadana sin que tengan que sufrir en su integridad física. Estoy plenamente identificado con las legítimas reivindicaciones de los trabajadores del Metal en Cádiz, y no me he limitado a las palabras: participé, junto a otros malagueños (pocos, todo sea dicho), en una concentración en solidaridad con sus movilizaciones. Dicho lo anterior, tengo que mostrar mi repulsa por los actos de violencia gratuita protagonizados por una ínfima minoría en la Tacita de Plata, minoría que nada tiene que ver con los miles de manifestantes pacíficos que encabezados por los sindicatos de clase han logrado la simpatía y el apoyo de gran parte de España, y que son los que verdaderamente han conseguido doblegar el cerrazón de la patronal para que suscriban un convenio que recoja una parte importante de las reivindicaciones de los trabajadores.
La violencia gratuita no trae nunca nada bueno, solo ruina y daños en las personas y en los bienes. Y si se descontrola, solo puede acarrear una desgracia en forma de muertos y heridos. Cuando esto pase, nos lamentaremos, pero para los afectados y sus familias ya no habrá consuelo. En democracia, identificar la lucha por los derechos con barricadas, coches quemados y pedradas es un disparate. Las fuerzas de seguridad la constituyen funcionarios que «tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana» (artículo 104.1 de la CE); por su parte, la Ley Orgánica 2/1986, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en su artículo 5.2.c) establece que «en el ejercicio de sus funciones deberán actuar con la decisión necesaria, y sin demora cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance». Si algún policía se extralimita, que recaiga todo el peso de la ley sobre él, pero el colectivo no merece que caigan sapos y culebras sobre sus cabezas cuando se limitan a cumplir con la misión que les atribuye la ley. El apoyo se demuestra con movilizaciones y llamamientos públicos de solidaridad, no con violencia que en nada ayuda a la justa causa de los trabajadores.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.