Viernes, 14 de marzo 2025, 01:00
El presidente del Gobierno se reunió con los portavoces de los grupos parlamentarios para, según sus palabras, compartir valoraciones sobre la situación en Ucrania y ... la seguridad en Europa, mientras se abre una «ventana de oportunidad» con el alto el fuego propuesto conjuntamente por Washington y Kiev. Con el compromiso por parte del Ejecutivo de que el país invadido llegue a la definitiva negociación lo más fuerte posible, en una posición protagonista junto a la Unión Europea para obtener garantías de futuro frente a la Rusia de Putin. Pedro Sánchez pareció confiado en que el incremento preciso para que España alcance el 2% del PIB en defensa lo facilitará el crecimiento de nuestra economía, sin que tenga que detraerse del capítulo social o del ecológico. Un argumento contradictorio con su proclividad a que España recurra a préstamos y transferencias comunitarias. También se le vio dispuesto a evitar una votación en el Congreso para validar el nuevo esfuerzo presupuestario.
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Alberto Núñez Feijóo se mostró molesto por haber sido citado para «treinta minutos de charla y café» y censuró que Sánchez no le avanzara detalle alguno sobre sus propósitos. La réplica del ministro de Exteriores, que reclamó al dirigente conservador «una oposición de Estado», aportó un dato significativo como argumento de su amonestación: que el líder popular coincidía en el análisis de situación con Sánchez. Tal revelación interpela en realidad al presidente, porque a él corresponde impulsar una política de Estado en seguridad y defensa, alentando vínculos de confianza con el primer partido de la oposición, con el que además comparte la responsabilidad de gobernar nuestro Estado compuesto.
Aunque el argumentario al uso lleve al Gobierno a concluir que el PP no representa una «oposición de Estado», sorprende que Moncloa insista en soslayar que lo que le falta a España es una mayoría parlamentaria de Estado. Con excepción de un PNV tradicionalmente atlantista, portavoces del bloque de investidura se distanciaron del aumento del gasto en defensa o lo rechazaron abiertamente; en el caso de Ione Belarra, con estridentes alusiones a «señores de la guerra». Si Pedro Sánchez no quiere someter el aumento del gasto para contribuir al esfuerzo europeo en apoyo de Ucrania a la consideración del Congreso es porque solo podría sacarlo adelante con los votos del PP.
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