Sr. García .
CARTA DEL DIRECTOR

Málaga 2027, mucho más que una exposición

La candidatura de la ciudad para la muestra sobre sostenibilidad trasciende la organización de una Expo para convertirse en una palanca para mejorar todo el área metropolitana

Manuel Castillo

Málaga

Domingo, 5 de marzo 2023, 00:02

Málaga aspira a convertirse en la sede de la Expo 2027, una muestra que en este caso se presenta como 'La era urbana: hacia la ciudad sostenible'. Para hacerse a la idea, es como la Expo de Sevilla de 1992 pero en pequeñito o igual ... que la Expo de Zaragoza sobre el agua de 2008. La primera tenía el apellido de universal y la de Málaga, de internacional. Son eventos que se organizan con el objetivo de colocar a una ciudad bajo la lupa de todo el mundo y para desarrollar algún área temática de interés global.

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Málaga compite como candidata con Minnesota (EE.UU.), San Carlos de Bariloche (Argentina), Phuket (Tailandia) y Belgrado (Serbia) y la elección saldrá del voto de los delegados de 171 países miembros de la Oficina Internacional de Exposiciones, cuyo criterio arroja las mismas dudas que en cualquier evento internacional. Es decir, son tantos los condicionantes e intereses de las diferentes delegaciones que, a pesar del trabajo que se viene realizando desde hace meses, la elección final parece más una lotería. El resultado se sabrá a finales de junio de este año.

Y por hacernos una idea de la dimensión del proyecto, la superficie expositiva sería de 250.000 metros cuadrados, como 25 estadios de fútbol, ubicados en la zona de Buenavista (Campanillas), cerca del campus de la Universidad de Málaga. Se prevé la visita de 3,1 millones de personas, la organización de 5.000 actividades culturales y la participación de 120 países y organizaciones internacionales.

Pero siempre nos podríamos hacer la misma pregunta: Vale, ¿pero esto realmente para qué sirve? Y a la hora de responder a la pregunta hay que ser muy pragmáticos. Una expo de este tipo es una palanca, por entendernos, un acelerador de proyectos. Al ser una iniciativa de país, en la que intervienen mano a mano el Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Málaga, se generan una serie de sinergias y compromisos que pueden agilizar actuaciones de infraestructuras de enorme relevancia. Ya es un buen síntoma que la candidatura de Málaga haya recibido el apoyo del Rey Felipe, de los presidentes Pedro Sánchez y Juanma Moreno Bonilla o de personajes de la relevancia internacional de Rafael Nadal o Antonio Banderas. Es decir, y no hay que tener ni complejos ni prejuicios, la Expo 2027 sería una extraordinaria oportunidad para acometer proyectos que llevan años en el cajón y que podrían redundar en beneficio de la ciudad y todo el área metropolitana. No hay que descartar que, con motivo de esta Expo, se puedan afrontar ideas como la regeneración urbana del Guadalmedina, el auditorio de Málaga, la ampliación del Palacio de Ferias, mejoras en la red viaria del entorno metropolitano y, por qué no, los eternos proyectos ferroviarios de la costa.

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Además, la propia celebración de la Expo 2027 en Málaga redundaría en beneficio de la marca de la ciudad como entorno cultural, tecnológico y turístico y como polo de atracción de inversiones. De hecho, el propio proyecto de la candidatura contempla que, una vez concluida la muestra, las infraestructuras se destinarán a uso educativo, científico e innovador así como a la creación de un parque empresarial, al margen del espacio destinado a uso residencial y logístico. Al fin y al cabo se trata de desarrollar un nuevo distrito en la ciudad con criterios de sostenibilidad social, económica y medioambiental.

¿Y si finalmente no resulta elegida Málaga? Pues existe la posibilidad de que todo el trabajo y diseño realizado pueda tener algún tipo de continuidad a través de la iniciativa pública y privada, aunque, evidentemente, no tendría el mismo desarrollo.

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Visto todo esto, Málaga tiene ante sí una gran oportunidad para dar un paso más en el desarrollo de la ciudad, como una segunda fase después de la gran transformación que supuso la peatonalización del centro histórico, la incorporación del puerto a la ciudad, la llegada del AVE, la ampliación del aeropuerto y la consolidación de su modelo cultural y turístico.

Es casi inédito que un proyecto concite la colaboración y el apoyo de todas las instituciones públicas y privadas y ello debería ser suficiente para aglutinar esfuerzos e ilusiones colectivas. Sería injusto hablar de los padres de la idea, porque fueron muchos y diversos, pero sí es conveniente destacar la necesidad de arropar el liderazgo del alcalde de la ciudad, Paco de la Torre, con generosidad y sin partidismos, como ya viene ocurriendo gracias también a la actitud del portavoz y candidato del PSOE, Daniel Pérez.

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Hablamos pues de un proyecto de Estado, pero sobre todo de un proyecto de ciudad que puede redundar en beneficio de Málaga y su entorno metropolitano. Confiemos en el éxito de la candidatura y en la implicación ciudadana que permita hacer de todos un proyecto ilusionante. Veremos.

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