Sr. García
Carta del director

La entrada del PP en Mijas, otro golpe para el PSOE

La moción de censura que hará alcaldesa a la popular Ana Carmen Mata agudiza la crisis socialista en la provincia hasta niveles inéditos

Manolo Castillo

Málaga

Domingo, 22 de octubre 2023, 00:06

La moción de censura presentada esta semana en Mijas por los concejales del PP, Vox y Por Mi Pueblo, que convertirá en alcaldesa a la popular Ana Mata y despojará de la Alcaldía al socialista Josele González, se venía venir desde la misma noche de ... las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. Es verdad que el PSOE ganó las elecciones y alcanzó 10 de los 25 concejales, pero necesitó el apoyo de los dos ediles de Ciudadanos –ese partido en vías de extinción– y de Juan Carlos Maldonado, que en un alarde de supervivencia política consiguió un sillón en el pleno bajo las siglas de Por Mi Pueblo y gracias a la aritmética se hizo, una vez más, imprescindible. Era, a todos luces, un apoyo demasiado frágil para garantizarse la legislatura.

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En estos primeros cien días, Josele González se consolidó como bastión del PSOE en la provincia, el único que le quedaba a los socialistas, pero resultaba evidente que era cuestión de tiempo que el PP le arrebatara su bastón de mando. Ahora, cuando pierdan la Alcaldía, el PSOE se quedará con Cártama como principal referente. Eso es todo.

Al PP le ha salido redonda la jugada y cocinó esta moción de censura a fuego muy lento. Gracias a los resultados electorales y a la victoria de Josele González se desencadenó sin demasiados daños colaterales la salida de Ángel Nozal, el gran quebradero de cabeza de los populares en Mijas. De esta forma, el camino quedaba expedito para aupar a Ana Mata a la Alcaldía, con Nozal fuera ya del grupo –aunque como presidente del PP local, fruto de esa obsesión de algunos políticos por las agarraderas–, con Vox a lo que hiciera falta y con Juan Carlos Maldonado –cuya animadversión personal hacia Nozal era mutua e irreconciliable– a la espera de buscar acomodo bajo el paraguas del PP, que es el que tiene hoy por hoy todo el poder en la provincia y en Andalucía. Maldonado, que salió escaldado del PSOE, prefiere a los populares que a sus excompañeros socialistas. La carrera de Maldonado es realmente curiosa y permite adivinar la colección de chaquetas que guarda en su armario, lo mismo se coloca la del PSOE, que la del PP o Ciudadanos, e incluso, como ahora, es capaz de compartirla con la de Vox. En su colección sólo falta la de Podemos o Sumar, pero ya llegará.

Ahora Ana Mata tendrá cuatro años para consolidarse como alcaldesa, aspirar a una victoria en las próximas elecciones y emular así a su compañera Margarita del Cid, que aprovechó la moción de censura en Torremolinos para consolidar su mayoría absoluta, quizá para mucho tiempo.

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Con esta nueva alcaldía, el PP que preside Patricia Navarro copa toda la Costa del Sol, desde Nerja a Manilva, a excepción de Casares, gobernada por Izquierda Unida. A estas ciudades se suman enclaves tan importantes como Ronda o Antequera. De hecho, los populares gobiernan al 89,1 por ciento de los malagueños de la provincia. Quién le iba a decir a Patricia Navarro –guante de seda y puño de hierro– que, como presidenta del PP de Málaga, iba a ser capaz de mejorar con creces los ya buenos resultados de su antecesor, Elías Bendodo, ahora por la corte madrileña y no precisamente por un camino de rosas.

Pero es cierto que no había razones objetivas para presentar una moción de censura en Mijas con apenas cien días de legislatura, pero en política no prima ni la razón ni el sentido común. Anda el PSOE muy enfadado, tanto su secretario provincial, Daniel Pérez, como la diputada Mari Nieves Ramírez. «Falta de escrúpulos del PP», dicen. Pero claro, como las comparaciones son odiosas, cada vez que los socialistas abren la boca por los pactos del PP en Mijas con Vox y Por Mi Pueblo le responden desde la otra trinchera con los acuerdos de su partido en Madrid con Bildu, Esquerra Republicana y Junts. Y claro, al final la conclusión es que en política todos se arriman al sol que más calienta.

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Mucho trabajo tiene por delante el PSOE para frenar en Málaga este tsunami popular. Desde el dúo Calatrava formado por Miguel Ángel Heredia y Paco Conejo, el socialismo malagueño cae en picado y ni José Luis Ruiz Espejo ni ahora Dani Pérez han sabido frenar una sangría que convierte al partido en irrelevante en cuanto a cuotas de poder.

El PSOE de Málaga haría bien en olvidar aquellos tiempos mejores, cuando gobernaba en instituciones y en la mayoría de los municipios de la provincia, y preguntarse por qué ha llegado a esta situación y qué debería hacer para revertir esta debacle. Sobre todo porque hoy por hoy hay muy pocos nombres, al menos que se conozcan, sobre los que construir un nuevo PSOE malagueño, capaz de afianzar un cambio generacional que ya hizo el PP con éxito y que en las filas socialistas no termina de llegar.

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