Sr. García .

Málaga, un lugar para el mundo

Carta del director ·

La provincia tiene la oportunidad de convertirse en un referente tecnológico internacional que atraiga inversiones y empleo de calidad

Manuel Castillo

Málaga

Domingo, 21 de marzo 2021, 01:38

Tomo prestada una de las frases que se escucharon en el foro 'Málaga Tecnológica: la gran oportunidad', que esta semana, bajo la organización de la Diputación Provincial y SUR, reunió al talento tecnológico de la provincia, personalizado en emprendedores que han situado sus proyectos ... y empresas en la vanguardia mundial. Fue el fundador de Aertec, Antonio Gómez Guillamón, el que llamó la atención sobre una idea fundamental: no se trata de liderar el tejido emprendedor andaluz o español, y mucho menos el malagueño, se trata de que Málaga se convenza de que puede ser un lugar para el mundo hasta convertirse en destino de empresas, proyectos y emprendedores de todo el mundo.

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¿Y por qué? Sencillamente porque Málaga ha llamado la atención del mundo tecnológico gracias a proyectos que arrancaron hace más de 20 años y que hoy se desarrollan con enorme éxito gracias al talento, la determinación y la imaginación. Para quien no lo sepa, Google ha decidido crear en Málaga un centro de excelencia de ciberseguridad con una inversión superior a los 650 millones de euros gracias al trabajo del equipo de Bernardo Quintero, un ingeniero veleño considerado el número de uno del mundo en ciberseguridad; Aertec, fundada por los malagueños Antonio Gómez Guillamón y su primo Vicente Padilla ha construido una de las grandes compañías del mundo de ingeniería y consultoría aeronáutica, con más de medio millar de ingenieros trabajando en más de 40 países y en los cinco continentes; Joaquín Cuenca ha levantado un puñado de las startups más exitosas de España y, entre ellas, Freepik, que hace meses cerró una operación con un fondo sueco por unos 250 millones de euros; 'Up to down' es una empresa malagueña, comandada por Luis Hernández, considerada uno de los portales de descargas más importantes de la red; Premo, con fábricas en España, Marruecos y Vietnam es líder en la aplicación del electromagnetismo a la electrónica, con un malagueño de Bobadilla al frente, Ezequiel Navarro; la multinacional alemana Dekra, que llegó al PTA al comprar AT4 Wireless, instala en Málaga un 'hub' global de tecnologías de la información, y Lumon construirá en Antequera una fábrica de 25.000 metros. Son sólo siete ejemplos, pero hay algunos más en este tejido tecnológico que bulle en Málaga con enorme energía y, sobre todo, con una extraordinaria vocación global.

Y en este contexto y debido a todo esto que les cuento, el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, anunció en este mismo foro que Málaga será la sede de la nueva Agencia Digital de Andalucía, que aglutinará las áreas de desarrollo tecnológico de toda la administración autonómica, con más de un millar de funcionarios distribuidos por las ocho provincias.

En este contexto no es descabellado ni exagerado afirmar que Málaga se enfrenta a la gran oportunidad de nuestro tiempo: convertirse en un referente tecnológico mundial. Y no sólo en la capital, como destacó el presidente de la Diputación, Francis Salado, sino en toda la provincia, con entornos especialmente atractivos para la inversión y el emprendimiento.

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Además, se suman algunos hechos trascendentales: Málaga es uno de los mejores lugares del mundo para vivir y el auge del teletrabajo durante la pandemia ha provocado que muchos empresarios, emprendedores y empresas pongan el foco en nuestra provincia; su vocación multicultural y el hecho de contar con centros escolares internacionales de gran nivel invita a que muchos consideren Málaga un sitio ideal en el que crezcan sus hijos; el aeropuerto internacional conecta Málaga con el mundo y su nivel de infraestructuras es envidiable en comparación con otros lugares; la sanidad y la conectividad, así como la estabilidad política en Andalucía en comparación, por ejemplo, con Cataluña, completan este círculo virtuoso gracias al cual se puede pensar en Málaga como un lugar con una potente industria 4.0. La gran industria del futuro es el software y Málaga está preparada para ello. Ya no se trata de grandes fábricas de coches o astilleros de barcos, ahora se trata de enormes centros de programación y, por qué no, de fabricación de componentes.

¿Y cuáles son las debilidades o necesidades para que esto realmente ocurra? Pues después de escuchar a todos los ponentes, la principal petición es que las administraciones públicas, es decir, la política, deje trabajar sin poner palos en las ruedas. «Ni siquiera hace falta que ayude, porque la mejor forma que tienen de ayudar es que no hagan nada», se llegó a escuchar. Y es que la burocracia, la lentitud y la falta de arrojo en la toma de decisiones de la administración pública es, sin duda, el mayor riesgo para Málaga y su futuro industrial tecnológico.

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Otro asunto relevante es la educación y la formación, porque hoy por hoy, aunque parezca imposible, no se cubre la oferta de empleo tecnológico. Hacen falta ingenieros y programadores procedentes de la Universidad y también de la Formación Profesional, pública y privada, enfocados y especializados en las tareas con mayor demanda. Y ello sólo es posible con la colaboración de los centros educativos con las empresas. De hecho, se puso de relieve la necesidad de centros privados capaces de adaptarse con mayor rapidez a las necesidades del mercado. Y se incide también en la urgencia de introducir la programación, la economía y el emprendimiento en la escuela, porque sólo así se podrá cambiar la mentalidad. Esa mentalidad que hoy por hoy lleva a muchos jóvenes a renunciar a la experiencia laboral internacional y a conocer mundo, porque prefieren quedarse en casa. «Nos cuesta encontrar jóvenes dispuestos a salir a nuestros centros por el mundo durante dos o tres años y luego volver», dijo Andrés Moreno, director general de Dekra Testing.

Pues sí. En el foro se respiró optimismo y también ambición, ilusión y éxito. Y sobre todo talento. Y eso es para estar contentos en estos tiempos de incertidumbre y para pensar que frente a la palabrería hueca hay hechos que permiten afirmar que Málaga está ante la gran oportunidad de nuestra época, la que quizá puede sentar las bases de una provincia industrializada sobre la base de la tecnología, el turismo y la agroalimentación capaz de consolidar Málaga y Andalucía, efectivamente, como un lugar para el mundo, como un lugar maravilloso donde vivir y trabajar.

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