Editorial

Magnates ideológicos

El desembarco de la oligarquía tecnológica en la Casa Blanca ensaya un modelo de poder fuera de EE UU que exigirá controles a su influencia

Domingo, 19 de enero 2025, 01:00

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos abre la puerta de la Casa Blanca a un desembarco insólito de magnates tecnológicos. ... Son los que le han cortejado en su residencia de Mar-a-Lago con generosas donaciones para su campaña y la investidura de mañana. «Hemos tenido a todo el mundo. Todo el mundo viene», se ufana el anfitrión al repasar las visitas; entre ellas, las de los tres hombres más ricos del planeta: Elon Musk (Tesla, X), Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin) y Mark Zuckerberg (Meta). Una mezcla explosiva de dinero, influencia e intereses privados al servicio del líder que vuelve a pilotar un país al que promete hacer más grande otra vez según su particular forma de concebirlo. Especialmente inquietantes para la estabilidad internacional son los dos referentes en redes sociales. Musk, convertido en el ariete exterior del presidente tras su acreditada capacidad para desestabilizar Europa con grotescas injerencias, como el altavoz dado a la extrema derecha alemana en su red social en puertas de las elecciones del 23-F. Y Zuckerberg, que no ha tardado en relajar los controles a los mensajes de odio y enterrar su sistema de verificación con tal de abrazar el nuevo modelo de poder. Su importancia se mide por la facturación de sus negocios y por su influencia ideológica fuera de las fronteras de EE UU. Facebook tiene 3.000 millones de usuarios activos, mientras que Tesla ha revalorizado sus acciones un 50% desde el triunfo de Trump. El dominio de sus imperios empresariales es mayor que el de muchos estados, pero con la salvedad de que esas oligarquías, como las llama Biden, no se someten a ningún examen electoral, lo que añade amenazas a las democracias liberales.

Publicidad

Esta nueva administración que se pone a prueba en la reválida de Trump necesitará de fuertes contrapesos para limitar el impacto de unas redes por las que se cuela el populismo y el bulo. En el exterior, Alemania, Francia, Reino Unido y España han censurado las interferencias, en un plante que exigirá de la UE ajustar sus controles a través de la Ley de Servicios Digitales para evitar la desinformación, mientras se activan iniciativas como las de 60 universidades alemanas, junto al Ministerio de Defensa y el Ejército, que han dejado X por la publicidad otorgada por Musk a la ultraderecha germana. Dentro de EE UU, la 'galaxia maga' no está libre de implosionar por el riesgo de colisión entre los magnates tecnológicos, 'techies' megamillonarios, y la clase trabajadora que aupó a Trump.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad