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La grabación de Chiquito para ‘Mirando al Sur’, en Canal Málaga, fue un día inolvidable en la redacción de SUR. Salvador Salas
¡Hasta luego, Lucas!

¡Hasta luego, Lucas!

Chiquito ya pasea con su esposa por la calle Larios del cielo.-El alcalde se hace un kilómetro andando por mitad de una carretera con su maleta para poder llegar a tiempo a ExCel.-¿Qué pasaría en Málaga si para llegar de El Palo a Teatinos se tardaran dos horas?.-AntonioGarrido, el primer teniente de alcalde de Turismo de la historia de Málaga, diseñó la presencia de la capital en las ferias de turismo.-Éxito de convocatoria de Salvador Pendón.

Domingo, 12 de noviembre 2017, 10:36

Pocas personas eran tan queridas en Málaga como Chiquito, así, a secas, como la gente le llamaba y a él le gustaba que le llamaran. En Carlos Haya entraban por urgencias con pocas horas de diferencia a dos malagueños de lujo, cada uno en su ... estilo, cada uno con su forma, pero con un fondo muy parecido: Chiquito de la Calzá y Antonio Garrido Moraga. A ambos los visitaba el viernes por la noche el alcalde, máximo representante de los malagueños, interesándose por su salud: Chiquito había entrado en sus últimas horas. Garrido lucha por salir adelante. La madrugada del sábado nos dejó sin Chiquito, al que nunca le diremos adiós, sino «¡Hasta luego, Lucas!», uno de sus personajes imaginarios que hicieron reír a España, porque este ‘Fistro de la pradera’ fue capaz de meterse a un país en el bolsillo con su ingenio, su humor y sus chistes, pero también con su forma de vivir. Sus amigos de siempre, Pepe Sánchez Rosso, El Bere o Juan Lara, lo echarán mucho de menos, pero también todos los demás. Tenía el don de unir, de hacer sentir bien a los demás, y eso, más en estos tiempos, es todo un arte. Chiquito lo pasó mal en unos años donde era difícil que nadie en este país lo pasara bien. Pocos programas como el suyo en ‘Mirando al SUR’ en el añorado Canal Málaga. Se nos ha ido un gran tipo, un gran malagueño, que deseaba estar de nuevo con su esposa. Ya estarán cogidos del brazo paseando por la calle Larios de los cielos. Entrando a la izquierda en el restaurante Chinitas, en la primera mesa, queda un gran hueco; el mismo que en todos nuestros corazones. Descansa en paz, amigo. Gracias por todo.

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