Es lo que hay que tener ante el cariz que están tomando las cosas en el mundo: una paciencia que no puede ser infinita, pero ... sí esperanzada en el hecho de que van a llegar nuevos valores y protagonistas políticos que acaben o dejen en segundo plano los hechos y acontecimientos que ahora mismo, algo indiscutible, nos han colocado al borde del abismo. La aparición de los populismos y de los extremismos, no lo duden, viene de la irrupción de las redes sociales y de las nuevas tecnologías, que han modificado el equilibrio y los actores y las estructuras de la comunicación y de la información, pero también de la falta de grandes líderes mundiales. Hoy vale todo, porque hay unos nuevos medios (canales) para transmitir los mensajes que utilizan nuevos códigos (lenguaje) para que los mensajes lleguen, además, desde un difuso, ilocalizable y muchas veces anónimo emisor a un aturdido receptor, quien sí que está localizado e incluso bien segmentado. Son nuevos medios que quieren sepultar los canales de comunicación tradicionales, para poder servir de sustento a mensajes falsos, malintencionados, y con todos los términos finalizados en '...bos' que ustedes quieran.Esta nueva época que estamos viviendo, donde la inteligencia artificial maliciosamente utilizada puede hacernos un daño irreversible, necesita de líderes que nos ayuden a salir del mundo confuso en el que estamos, pero el problema es que miras hacia el mapa geopolítico del mundo y te encuentras con una triste realidad al comprobar la escasa categoría humana, política y cultural de la inmensa mayoría de los hombres y mujeres que en teoría deberían manejar la barca del mundo en la que estamos todos subidos… ¿Quién conoce hoy los nombres de los máximos responsables de potencias como Alemania, Gran Bretaña o Francia, y mucho menos si nos vamos a la Europa del Este o a los principales países sudamericanos? Trump, sí; y Putin, claro. Pero ese es el problema. No Trump y Putin (que posiblemente también), sino la falta de líderes que hacen que los populismos (incluida España) lleguen a los gobiernos, que no sepan dirigirnos a un futuro en paz y concordia, además teniendo en cuenta que tenemos en nuestras manos lo que nunca en la historia hubo antes en avances para mejorar la salud, el bienestar y erradicar el hambre y la pobreza… Sí, pero no. Antes conocíamos a los Churchill, De Gaulle, Mitterrand, Thatcher, Kohl, Merkel, Kennedy, Reagan, Gorbachov… En fin, que el mundo está huérfano de grandes líderes y sobran populistas, trileros y mitineros.
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