FUERA DE FOCO

Larga vida a los rockers

Sábado, 8 de febrero 2025, 01:00

En teoría, esta no es la mejor fecha para celebrar un festival de música. Hace frío, la probabilidad de lluvia se dispara -incluso en Málaga- y la gente no está en modo vacaciones. Pero sorprendentemente, desde octubre, el Rockin' Race Jamboree de Torremolinos está sin ... entradas para la edición que empezó este miércoles. «Están agotadas y no hay nada que podamos hacer», se leía estos días en su página web, una comunicación a la desesperada para quienes -también a la desesperada- trataban de hacerse con una última localidad que hubiera quedado descolgada. Los había incluso con los billetes de avión comprados y los alojamientos reservados, pero sin la entrada en su mano. Sin tickets, «NO (en mayúsculas) podrán acceder al Auditorio Príncipe de Asturias, Fortuna Dancing Hall y Hotel La Barracuda», insistía el mensaje.

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El fenómeno Rockin es único en su especie. Ningún festival en muchos kilómetros a la redonda regala imágenes tan potentes de vestidos 'sixties' al borde de la piscina y chicos con tupé y chaquetas de cuero bailando en la pista, como si esto fuera el Memphis de los años 50. Estamos en pleno invierno malagueño, sí, pero un invierno extremadamente cálido para quienes vienen de Canadá o del norte de Europa. Y ese es uno de los fuertes de la primera cita del año del circuito rockabilly mundial. Más de uno habrá acabado estos días dentro del agua y otros tantos volverán a sus casas con el tono 'guiri' salmón de la Costa del Sol.

Eso en la forma, en la estética, lo más vistoso para quienes somos ajenos a este mundo. Pero lo que se consigue en el fondo, en el contenido, es aún más singular. La organización es capaz de congregar en Torremolinos a un buen número de grupos del género de todas partes del mundo. Algunos de ellos nunca han pisado esta parte del planeta y otros solo tendrán esta parada en Europa. Un tanto que cada año se apuntan Guille (Jiménez) y Vivi (Millay), una pareja que gesta uno de los mayores eventos musicales de la Costa del Sol desde su pequeña tienda de discos en la calle Dos Aceras de Málaga centro, Sleazy Records.

Pero lo realmente impresionante del Rockin' Race Jamboree es el sentimiento de comunidad que se respira entre los rockers. Si estás allí, ya eres uno de ellos y, por asociación, amigo aunque no te conozcan. Son una tribu en el más amplio sentido de la palabra, y una de las pocas que han sobrevivido al cambio de siglo siendo fieles a su estética, su música y su filosofía. Porque como repiten una y otra vez, lo que ven estos días en las calles y terrazas de Torremolinos no es una pose, no es un disfraz, es un estilo de vida. Larga vida a los rockers.

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