En los últimos días, casi 200 palestinos muertos y 1200 heridos. El horror ante las masacres nos remueve la conciencia pero, por desgracia, eso no para las bombas. ¿Quién para a Israel? ¿Podemos poner fin a este despropósito injustificable? No caben equidistancias. Hay un pueblo ... al que se le ha usurpado su derecho a vivir con dignidad, son refugiados permanentes que sufren incursiones militares, bombardeos y detenciones arbitrarias, con un desprecio absoluto del Derecho Internacional y un apartheid de la población palestina. Los actos terroristas de algunos y los cohetes de Hamás son repudiables y los condeno con toda rotundidad, ya que las víctimas en Israel merecen el mismo respeto. Pero no nos equivoquemos, el gobierno de Israel no necesita excusas para mantener esta espiral de terrorismo de Estado ni su objetivo son los terroristas; están castigando a un pueblo para recordarles dónde está su sitio.

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Boicot, Sanciones y Desinversiones. Hay un fuerte movimiento ciudadano a nivel internacional que propugna estas formas pacíficas de presión para que al gobierno de Israel no le salga gratis tanta sangre. No es un boicot al pueblo judío, no es antisemitismo y quien lo quiera presentar así no tiene respeto alguno a las víctimas del holocausto. Muchos judíos, fuera y dentro de Israel, repudian la violencia contra los palestinos. Se trata de un boicot comercial a los productos de los Territorios Ocupados, es decir, no consumir, no comercializar y no importar productos que vengan de los asentamientos. No se trata de desabastecer a los ciudadanos de Israel pero sí que no les sea rentable económicamente mantener colonias y asentamientos en tierras ocupadas. La Resolución 2334 de 2016 del Consejo de Seguridad de la ONU es concluyente: «El establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado no tiene validez legal».

En Suráfrica, el indecente régimen de apartheid cayó cuando los mismos racistas fueron conscientes de que no podían aguantar más el boicot internacional; costó mucho convencer a la comunidad internacional de que esa era la forma. Al gobierno de Israel no lo parará EE UU ni la ONU, sencillamente porque hay intereses económicos de tal calibre por medio, que el bloqueo de cualquier medida en el Consejo de Seguridad está garantizado. Israel lo sabe, y actúa en consecuencia.

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